La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) realizó una serie de ajustes en el protocolo sanitario que deben seguir los clubes esta temporada, tras el brote de 10 casos de COVID-19 en el Goiás que obligó a suspender su partido de la primera fecha del Brasileirao como local ante Sao Paulo, cuyos jugadores ya estaban en la cancha haciendo el calentamiento.
La entidad informó que “todos los jugadores del elenco”, ahora incluyendo los que no sean convocados, serán sometidos a test de diagnóstico para el nuevo coronavirus, que en Brasil deja ya cerca de 102.000 muertes y más de tres millones de contagiados.
Los test se realizarán antes de cada jornada y “con 72 horas de antelación a cada partido”, independientemente de si el futbolista está o no convocado para ese encuentro.
La CBF también permitió a los clubes realizar las pruebas de detección en laboratorios locales o seguir optando por el hospital privado Albert Einstein que había escogido la confederación para hacer los test durante la temporada. Asimismo, subrayó que reembolsará el valor de los test a los clubes que opten por la primera posibilidad y que seguirá costeando los exámenes que se realicen en el Einstein.
En cualquier caso, los resultados de los análisis deberán ser enviados por el club que actúe como local hasta 24 horas antes del partido, mientras que los equipos visitantes tendrán que hacerlo hasta 12 horas antes de viajar al estadio de su rival.
Según la CBF, ello “permitirá que cualquier equipo proceda a cambiar eventuales jugadores con diagnóstico positivo”.
Con un calendario extremadamente apretado, la segunda jornada del Brasileirao comenzará este miércoles, día en el que está previsto que se dispute el partido entre el Athletico Paranaense y el Goiás, cuya directiva anunció que no viajará a Curitiba si no recibe a tiempo los nuevos resultados de los nuevos test de la CBF.
EFE / FútbolUy