Este jueves se llevó a cabo en el estadio José Amalfitani de Vélez Sarsfield la velada de boxeo “Párense de manos II”, organizada por el programa de streaming Paren la mano, que se emite a través del canal de YouTube Vorterix y que es conducido por el comediante y streamer Lucas Rodríguez.
El evento, que llegó a ser visto por casi 700.000 personas a través de la plataforma de streaming Kick y que tuvo a otras 40.000 en el estadio, contó con grandes peleadores, como el campeón del mundo de peso mediano Sergio Maravilla Martínez o el exarquero de Peñarol Pablo Migliore.
Maravilla, que en 2023 fue comentarista de la primera edición de esta velada, decidió volver a pelear en el recinto donde el 27 de abril de 2013 retuvo la corona frente al inglés Martin Murray, pero esta vez enfrentando a un amateur como Migliore, quien años atrás comenzó la práctica de este deporte cuando abrió un gimnasio en el barrio bonaerense de Ramos Mejía.
El exfutbolista de equipos como Boca Juniors, Racing o San Lorenzo y que jugó en Peñarol entre 2014 y 2015 hizo una gran pelea, y aguantó hasta el último round, pero la experiencia de Maravilla se hizo notar y, pese a sus 49 años, dejó movimientos con su mano zurda y su cintura dignos de un profesional.
El campeón del mundo se quedó con la victoria de forma unánime y fue alzado en hombros por su rival. “Gracias por habernos apoyado a Pablo y a mí. Estoy casi pisando los 50, esto es un regalo del cielo”, dijo Maravilla al recibir el cinturón.
“Sinceramente, les digo desde el fondo del corazón que ojalá algún día ustedes tengan el grado de felicidad que tengo hoy yo”, expresó un muy emocionado Pablo Migliore, quien no pudo contener las lágrimas.
Más temprano en la jornada, Claudio Turco García, exjugador de la selección argentina e ícono de Racing Club de Avellaneda en la década de los 90, peleó contra Fabián Ruso Kruszyn, padre del reconocido streamer argentino Brunenger y ganó por K. O.
El Turco entró con todo al ring y su rival no tuvo nada que hacer. Apenas inició el combate, el exfutbolista se abalanzó sobre el Ruso con un imponente derechazo que le desacomodó el caso. Al minuto y medio, García volvió a atacar y, por más que Kruszyn quiso continuar después de los nuevos golpes, su equipo tiró la toalla.