Pedro Bordaberry, asesor de Montevideo City Torque, habló del conflicto que tiene parado al fútbol uruguayo y consideró que “es muy malo que no haya fútbol, pero además una preocupación enorme por el enfrentamiento que hay”. “Parece que se pasan los puntos de no retorno a cada rato. No podemos dejar que los extremos nos ganen en estas cosas. Hay que encontrar los puntos de entendimiento”, dijo al programa 100% deporte de Sport 890.
“En el medio hay millones de dólares por los derechos de TV que se deben renovar en 2025 y temas políticos que los dirigentes no hemos sabido encausar. Este enfrentamiento entre empresa y trabajadores termina agregando un montón de componentes que no es bueno meter si queremos solucionar el tema y que vuelva el fútbol”, indicó, y añadió: “Estamos tomando de rehén un reclamo de la Mutual, y al fútbol uruguayo todo por el interés de algunos de aprobar un Estatuto con el que no estamos de acuerdo”.
Separar los temas: Estatuto del Jugador y liga profesional
En medio del reclamo de los futbolistas por el aumento del salario mínimo de la Segunda División, lamentó que desde la Unión de Clubes se quiera condicionar la aprobación del nuevo Estatuto del Jugador a la creación de una liga profesional. “Si estamos discutiendo el Estatuto del Jugador, no estamos discutiendo la formación de la liga profesional. Si vamos a hablar de un tema político, en el que los jugadores no tienen nada que ver, hablemos de eso en otro ámbito. No sé en qué se vincula uno con el otro”, comentó.
“Los clubes que nos reunimos estamos de acuerdo con la creación de una liga de fútbol profesional. Quien escribió el artículo de la posibilidad de crearla, en el nuevo estatuto de la AUF [Asociación Uruguaya de Fúbol], fui yo. Estamos todos de acuerdo”, dijo, pero aclaró que las sociedades anónimas deportivas (SAD) pidieron para acompañar la creación de la liga que les garanticen tres cosas, y no hubo respuestas.
Los tres puntos que exigen las SAD a la Unión de Clubes
“Pedimos que los derechos comerciales se hagan por llamados públicos y se adjudiquen a la mejor oferta. Pedimos que los costos tengan que ser aprobados por una mayoría especial, porque no queremos crear una segunda Asociación Uruguaya de Fútbol [AUF] con costos elevados. Y queremos que nos digan cuál es el plan de negocios. Con esas tres cosas acompañamos. Pero la Unión de Clubes no nos devolvió nada y se autoaprobó un Estatuto que no contempla estas cosas, por lo que dijimos que no la integramos”, argumentó.
“Salió en las redes que [desde la Unión de Clubes] ya habían alquilado unas oficinas de última generación y que iban a llenarlas de empleados. ¿Más costos? ¡Pará, eso no, hermano! Hay una cantidad de cosas para hablar, pero ellos quieren que les den el poder y después decidir. El momento de hablarlo es ahora”, señaló, sin dejar de insistir en que “hay que separar los temas”.
“Si la Unión de Clubes no es reconocida por AUF y, además, no tiene la misma integración que el consejo de liga, no es la liga prevista en el estatuto de AUF. Eso lo aclaró el Ministerio de Educación y Cultura [MEC]. Por lo tanto, debemos sentarnos y encontrar puntos de acuerdo. Si todos los clubes la firmamos y se nos garantizan estos derechos mínimos, la firmamos. No queremos cargos ni poner el presidente”, puntualizó.
“En vez de pagar 15 millones, tendrían que pagar 40”
Bordaberry dijo que ya no va a las reuniones con los clubes “porque son de una agresividad a la que uno no está acostumbrado”. “La última vez que fui me aguanté para no dar vuelta la mesa y decirle: ‘Bo, ¿qué estás diciendo?’. Como uno tiene que contar hasta 50 porque es educado, ya no voy”, comentó.
“Quieren meter el tema de la liga profesional en este conflicto, pero no se va a arreglar. Atrás de la formación de la liga están los derechos de televisión, que se los quieren vender a Tenfield. Nosotros no estamos en contra de Tenfield, tampoco a favor. Estamos a favor de que nos den el mayor dinero posible. Creemos que, en vez de los 15 millones de dólares al año que se pagan hoy, por lo menos habría que pagar 40. Y por cuatro años es una diferencia muy grande que permitiría pagar mejores salarios, mejores canchas y un mejor producto”, dijo.
“No es ilógico lo que piden los jugadores, así como es legítimo que nosotros peleemos por agarrar más dinero de la televisión. Nadie puede enojarse”, expresó, y dijo suponer que desde la Unión de Clubes también quieren mayores ingresos, más allá de que “la historia dice que no ha sido así”.
“La historia dice que, cuando esto empezó, una empresa ofreció 82 millones de dólares y Tenfield 50, y le dieron los derechos a Tenfield. Cuando los derechos de la camiseta de la selección, que los tenía Tenfield pagando 3,5 millones, apareció una empresa ofreciendo 23,5 y nueve clubes votaron a favor de los 3,5. No es ilógico que nosotros nos queramos asegurar que se adjudiquen derechos a la mejor oferta”, concluyó.