En plena conferencia de prensa de presentación de Marcelo Bielsa como nuevo entrenador de la selección uruguaya, una pregunta sobresalió por lo distinta que fue. El argentino fue consultado sobre la consagración de su país en el Mundial de Catar 2022.
“Soy argentino y estoy orgulloso de serlo. Me gusta ser argentino. Amo al fútbol de mi país, como no puede ser de otro modo. Más allá de que yo soy hincha del fútbol, el otro día escuchaba una frase de (Gerardo) Martino que decía que cuando va a ver a Newell’s no le importa si juega bien o mal. Le importa que gane. Los hinchas, lo primero que queremos, es que gane el equipo que queremos”, comenzó diciendo.
Y añadió: “Yo quería que Argentina saliera campeona del mundo de cualquier manera, y después analizaría. La recompensa que (Lionel) Messi obtuvo es una recompensa mucho más vinculada a su obstinación, a su paciencia y a su aguante, que, a sus recursos, que son extraordinarios”.
Con respecto al partido, analizó: “Hubo dos cosas que me encantaron de la final. Antes del partido hice una comparación de cada jugador francés con cada jugador argentino en su puesto. Mi conclusión era que había nueve franceses mejores. Y dije: ‘Puta, qué partido difícil’. Y Argentina no solo mereció el triunfo, sino que dominó el partido 80 de 90 minutos”. “Ese fue el mejor elogio de todos para el entrenador, el cuerpo técnico y los jugadores, que demostraron ser mucho mejores que los rivales cuando el análisis previo indicaba lo contrario”, siguió.
“Por primera vez noté que el público iba a acompañar al equipo, aunque no ganara, y eso no es propio del exitismo argentino. Eso es algo que el equipo se ganó. Siempre digo que el costo social que tiene la derrota en Argentina hace que el jugador se potencie. Ninguno quiere perder porque salir a la calle después de perder es más difícil que en cualquier otro país donde el fútbol no es pasión”, indicó.
Comentó que “en Catar el mensaje fue que el público lo iba a acompañar, aunque no ganara. Se produjo la reunión de tres cosas muy importantes: jugadores dispuestos a superar, legítimamente, a superar rivales superiores; Messi en un estado de gracia mental; y un público que se mimetizó con su equipo a través de un amor sin condiciones, no condicionado”, destacó.
“El amor sin condiciones, para cualquier ser humano, es muy fortalecedor. Te quiero, aunque ganes o pierdas. Y si uno se sabe querido de antemano es mucho más fácil liberar todo, agregó, y concluyó: “Jugadores, cuerpo técnico y público son los hacedores de algo que será inolvidable para todos los argentinos, entre otras cosas porque se logró entre las tres partes”.