Ruben Bentancourt es la figura del Boston River puntero del Torneo Clausura, el único equipo con puntaje perfecto tras tres partidos. No había convertido pero jugó bien ante Deportivo Maldonado y Rentistas, y este viernes frente a Cerro Largo se despachó con un doblete.
“Era uno de los rivales más duros porque Cerro Largo físicamente es un equipo muy bueno. No jugamos mal y por momentos tuvimos buen manejo de pelota. De a poco los compañeros se van soltando”, destacó el delantero salteño en diálogo con ‘Hora 25’ de Radio Oriental.
Sobre el gol con el que abrió el score, explicó que “había caído dentro del área” y cuando siguió la jugada volvió y la esperó “sabiendo que iba a caer, porque generalmente cuando se peina una pelota cae en el segundo palo y no hay nadie”. “Cuando recibí me cuenta que si pateaba de derecha, me comían. Así que tiré de zurda”, agregó.
Del entrenador Juan Tejera valoró que “es un técnico muy capacitado y que da mucha confianza”. “Necesitamos generar puntos para la tabla de promedios y salimos a buscar los resultados. Está bueno salir a presionar arriba en todos los partidos y nos ha hecho bien”, valoró, y recordó que si bien van punteros, “el objetivo es evitar el descenso”.
“Todos los días se trabaja la parte táctica, en la que Juan hace mucho hincapié. Muchas veces los cambios hacen un click en jugadores que no estaban jugando y ven una nueva oportunidad. Ha pasado con algunos que con Sebastián Abreu no jugaban y ahora sí. Eso siempre pasa en el fútbol”, agregó el ariete salteño.
A poco más de un mes de cumplir 28 años, reconoce no capitalizó la oportunidad que se le presentó siendo muy joven, cuando de las formativas de Danubio dio el salto al PSV Eindhoven y luego al Atalanta, donde apenas disputó tres partidos. Posteriormente pasó por Bologna y Arezzo, con un pasaje por Defensor Sporting en el medio. Su periplo europeo se cerró en 2016 y pasó por Defensa y Justicia, Paraná de Brasil, Sud América, Santa Fe, Atlante y Boston River.
“Uno piensa en frío y no pude mantenerme en Europa. Era muy chico y no aprovechaba. No tenía la madurez necesaria para darme cuenta el lugar donde estaba y lo que tenía que aprovechar. Ahí te dan todo lo que un futbolista necesita para crecer y yo todavía no estaba maduro para darme cuenta de que tenía todas las posibilidades”, comentó.
Pese a que con 23 años le tocó pegar la vuelta al fútbol sudamericano y su andar ha sido irregular, insiste la intención de recuperar el mejor nivel. “Nunca dejé de creer y siempre he entrenado, me he cuidado y seguí confiando en mí. Ahora de a poquito se están dando las cosas. El año pasado fue complicado porque me lesioné tres veces y no pude tener continuidad. Ahora sí, estoy jugando”, concluyó.