Una
nueva exhibición de Walter Tavares permitió al Real Madrid hacerse este domingo
con su 36.º título de Liga al imponerse 81-74 al Barcelona en la cuarta final
de la Liga ACB. Su rival intentó todo, se mantuvo en la lucha gracias a sus
triples y llegó con opciones al momento decisivo, pero fue incapaz de
contrarrestar el abrumador dominio del pívot caboverdiano bajo aros (81-74).
Con 25 puntos, 9/11 en dobls, 7/7 en tiros libres, 13 rebotes
(siete de ellos ofensivos) y 41 créditos de valoración, el interior blanco fue
fundamental para sellar el 3-1 en la serie y evitar un quinto partido en el
Palau Blaugrana, al igual que su compañero Fabien Causeur, autor de 17 puntos.
Con un 7-0 de salida, el Real Madrid pareció saltar más
enchufado a la pista. Un día más, el rebote ofensivo era suyo y comparecía en
el WiZink Center con las ideas más claras que su oponente, que tardó tres
minutos en anotar su primera canasta, un tiro cómodo de Nikola Mirotic que fue
el exiguo botín azulgrana tras siete minutos de desatino y continuas pérdidas.
El Barça no encontraba soluciones en ataque para
desesperación de Sarunas Jasikevicius, quien no paraba de arengar a unos
jugadores que intentaban compensar, a base de defensa, su errático arranque,
aunque volvían a sufrir ante el dominio bajo aros de Tavares.
Solo Rokas Jokubaitis, entrando desde la banca, aportaba
puntos y criterio en un equipo catalán que, sin rebote, al menos lograba
mantenerse al acecho al final del primer cuarto gracias al desacierto exterior
de los blancos en los primeros 10 minutos, en los que sólo fueron capaces de
anotar uno de sus siete lanzamientos desde el perímetro (13-10).
Tras la primera pausa, Sergio Llull entró en ebullición y,
con seis puntos seguidos y una de sus anotaciones imposibles, espoleó a los
suyos y lideró un nuevo estirón en el marcador. Otro veterano, Rudy Fernández,
aumentó la brecha a 14 puntos con un triple que elevó el parcial de salida a
11-0 (24-10 min 13).
Las alarmas se encendieron en el Barça, que al verse contra
las cuerdas apeló al tiro exterior para reconducir la situación. Y lo hizo a lo
grande, con cinco triples con la firma de un inspirado Dante Exum (dos),
Mirotic, Kyle Kuric y Nick Calathes a los que los anfitriones -que a esas
alturas ya perdían la batalla por el rebote- solo pudieron responder con un par
de acciones de Tavares, por lo que al descanso la batalla se equilibró al
máximo (34-33).
La final entró en una fase de máxima igualdad. Tras el paso
por vestuarios el Real Madrid siguió tirando del buen momento del caboverdiano
y de Causeur, pero el Barça respondía desde la línea de 6,75 mediante Kuric y
Mirotic. El pívot madridista, con otros seis puntos en su cuenta y un tapón
estratosférico al hispano-montenegrino que levantó a las gradas, se fue a la
banca fundido y entre ovaciones, dejando a su equipo por delante.
Nada estaba decidido porque los azulgranas se mantenían al
acecho, conscientes de que una nueva derrota les dejaba sin el título. Cada vez
que los jugadores de Chus Mateo amagaban con escaparse, los defensores del
título reaccionaban, dejando el desenlace para un final que se preveía de alta
tensión.
A nueve segundos del final del tercer cuarto, Corey Higgins
puso por primera vez al Barça por delante, aunque Vincent Poirier tuvo tiempo
para devolver desde el tiro libre la ventaja al Real Madrid de cara a los
últimos 10 minutos (57-56, min 30).
La tensión aumentó al acercarse la hora de la verdad. Los
puntos llegaban con cuentagotas y, con el marcador en un puño, cada anotación costaba
un mundo. Los blancos, con un triple de Hanga, un 2+1 de Tavares y un doble de
Deck, se dieron un respiro tras un parcial de 10-3 que empezó a hacerles soñar
con el título.
De nuevo, los de Jasikevicius intentaron acercarse a base de
triples, pero en esta ocasión la estrategia no les funcionó. A cuatro minutos
del final, la ventaja blanca era de ocho puntos (69-61), lo que obligó al
técnico lituano a parar el choque para pedir un último esfuerzo a sus hombres.
Pero ni Tavares ni Causeur estaban dispuestos a jugar un
quinto partido. El alero francés, con ocho puntos en el capítulo definitivo,
encarriló una victoria que supone un nuevo título de Liga para el Real Madrid.
Un año después, el Barça cedió su corona.
DETALLES
81 - Real Madrid (13+21+23+24): Hanga (7), Causeur (17), Deck
(7), Yabusele (4) y Tavares (25) -equipo inicial-, Rudy Fernández (5), Poirier
(7), Llull (9) y Taylor (-).
74 - Barça (10+23+23+18): Calathes (12), Higgins (4), Kuric
(8), Mirotic (14) y Davies (4) -quinteto titular-, Sanli (3), Sergi Martínez
(-), Smits (9), Laprovittola (2), Abrines (-), Exum (13) y Jokubaitis (5).
Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Óscar Perea y Martín Caballero.
Eliminaron por faltas a Fabien Causeur y Roland Smits.
Incidencias: Cuarto partido de la final de la Liga Endesa de
baloncesto disputado en el Palacio de los Deportes (WiZink Center) de Madrid
ante 12.315 aficionados.
EFE / FútbolUy
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