La selección de básquet femenina de China está disputando la Asia Cup U18, un torneo que difícilmente habría tenido trascendencia en los medios occidentales de no ser por una imponente presencia de una jugadora que ya está dando que hablar.
Zhang Ziyu, una pívot de apenas 17 años, hace demasiada diferencia con sus dos metros y 20 centímetros de estatura. No hay rival que pueda defenderla, por lo que los trámites vienen siendo demasiado cómodos para su equipo.
En el debut ante Indonesia, saldado con victoria 109-59, aportó 19 puntos, siete rebotes y tres tapas en apenas 13 minutos de juego. No erró tiros de campo y solo falló un libre ante un rival cuya jugadora más alta mide 1,74.
El martes, contra Nueva Zelanda, le alcanzaron casi 23 minutos para cerrar su planilla con 36 tantos, 13 rebotes y cuatro tapas. Metió 16 dobles en 20 intentos y cuatro libres de los siete que lanzó. China ganó 90-68 y, como se ve en el video, intentaron anticiparla y doblarle la marca, pero fue imposible. Evie Leeson, la número 5 rival, mide 1,86, al igual que la 18.
Este miércoles, ante Japón, las chinas se impusieron 97-81 y Zhang Ziyu colaboró con 44 puntos, 14 rebotes y cinco asistencias en 26 minutos en cancha. Maho Hirayama, la número 31 que fue la encargada de defenderla durante la mayor parte del partido, mide 1,78, cuatro centímetros más que Uika Taniguchi, la 14.
Según ella misma contó a FIBA, su padre mide 2,13 y su madre 1,98, y los dos fueron basquetbolistas profesionales. Hoy, a sus 17 años, ya llamó la atención de la WNBA, desde donde le están haciendo un seguimiento para incorporarla. “Debo ir paso a paso. Todavía tengo mucho para mejorar”, comentó sobre esa posibilidad.