Biguá festejó con su gente este lunes en el Antel Arena un nuevo bicampeonato de Liga Uruguaya de básquetbol y Peñarol se fue masticando la bronca. Además, los dirigentes aurinegros saben que deberán realizar una gran defensa ante la Federación Uruguaya de básquetbol frente a una nueva sanción que se avizora.
Faltando un minuto y 54 segundos para el cierre del primer chico, ya con el trámite resuelto a favor de los de Villa Biarritz, que ganaban 75-43, cayó desde el tercer anillo una petaca que estalló en varios pedazos sobre el rectángulo de juego.
El proyectil se lanzó desde la parcialidad carbonera, que estaba molesta desde la correcta expulsión de John Flowers por una agresión sobre Iván Loriente. “Si no quieren violencia que aprendan a cobrar”, fue el cántico que bajó en reiteradas oportunidades desde la tribuna mirasol.
El partido estuvo detenido algunos minutos mientras personal del Antel Arena barría una cancha que no quedó del todo bien. Pequeñas astillas aún presentes sobre el piso flotante produjeron un pequeño corte a Martín Aguilera, al tiempo que varios jugadores siguieron jugando a media máquina para evitar caídas.
Peñarol acarrea para la próxima temporada una sanción de nueve cierres de cancha y una quita de dos puntos, a los que se agregará otro castigo después de una situación que tomó estado público (la Secretaría Nacional del Deporte exige explicaciones a la FUBB) y que además fue denunciada por los árbitros en su formulario.
Los aurinegros fueron castigados con seis cierres de cancha y quita de dos puntos que comenzará a regir en la próxima temporada por salivazos a jugadores rivales y a los árbitros después del último partido de la serie ante Malvín. Posteriormente se agregaron tres cierres de cancha por cánticos agraviantes frente a Aguada.