Lee Roberts fue uno de los muchos basquetbolistas extranjeros que se fueron de Uruguay ante la declaración de emergencia sanitaria, lo que llevó a la suspensión de la Liga Uruguaya de básquetbol. Defiende a Aguada y es estadounidense pero vive en la ciudad australiana de Perth, donde conoció a su actual esposa.

“En 2011 vine a jugar en la segunda división de Australia y el primer día fui a la playa y pensé: ‘Voy a vivir mi vida acá’. Y casi 10 años después estoy acá, con mi esposa, una hija y una casa”, contó el ala-pívot de 33 años al programa Básquetbol de Primera, de Radio El Espectador, y narró cómo vive la cuarentena obligatoria que debe afrontar.

“Vi aeropuertos llenos de gente queriendo volver a su casa desde cualquier país. Vi gente con máscara y manteniendo la distancia. Al llegar noté que en los supermercados no hay mucha cosa. Es difícil conseguir. La gente está en pánico”, manifestó.

“Acá hay reglas. El que llega desde otro país debe hacer cuarentena por dos semanas. Acá en Perth hay multas de 50.000 dólares para el que no respete la cuarentena”, reveló, por lo que no sale de su domicilio ni para tirar la basura. No obstante, eso no le impide entrenar.

“Tengo un garaje de cuatro metros y un aro para tirar con mi hija. Hay espacio para hacer algo de físico y seguir los trabajos que me ordena el profe Guillermo Souto, de Aguada, que me manda videos todos los días”, destacó.

Si bien la continuidad de la Liga Uruguaya de básquetbol corre peligro, él trabaja duro para no perder la forma física y poder retornar en las mejores condiciones. “Quiero terminar lo que arrancamos. Yo estuve todo el año y Dwayne Davis y Al Thornton el año pasado, cuando fueron campeones. Ellos quieren lograrlo de vuelta y yo por primera vez. Tenemos eso en nuestras cabezas y queremos volver”, reconoció.

“La gente de Aguada es muy buena, muy fuerte. Me gusta mucho la gente y los dirigentes, que se preocupan por el equipo y por el club; nos hacen sentir cómodos”, ponderó, y valoró también al entrenador, el argentino Adrián Capelli, de quien dijo que “es un genio”. “Es muy inteligente y ojalá esté en Aguada muchos años conmigo también”, señaló.

Por último, sostuvo que ante la expansión del coronavirus “hoy el básquet es lo último”. “Cuando pasó todo esto `nsaba en mi hija de casi dos años, en mi esposa y también en mí, sobre todo si podía entrar en Australia porque no soy australiano. Claro que el básquet es mi trabajo y ahora estoy sin trabajo, pero espero volver a Aguada sea dentro de un mes, dos meses o un año”, concluyó.