Tras el partido entre Vélez Sarsfield y Peñarol de este miércoles por la primera fecha del grupo H de la Copa Libertadores, que acabó con triunfo 2-1 para el Fortín, se registraron incidentes en las tribunas, con lanzamientos de objetos de una parcialidad a otra.
Además de ese inconveniente, en las calles de Buenos Aires hubo algunos líos aislados que no pasaron a mayores. Pero el que sí tuvo consecuencias fue uno que ocurrió a unas cuadras del estadio José Amalfitani luego del encuentro, pero que no involucró a la hinchada carbonera.
Una vez finalizado el partido, los parciales de Vélez se fueron y la barra brava protagonizó un lamentable suceso. Pasaron por una cancha de fútbol cerca cercana al estadio y se metieron en medio del juego para arremeter contra uno de los jugadores.
Y es que resulta que uno de los protagonistas del partido, un policía que estaba en su día libre, estaba jugando con un short de Peñarol. Un barra de Vélez ingresó a la cancha, lo señaló y cuando este se acercó, lo golpeó, desatando una batalla campal que acabó, incluso, con disparos.
Los jugadores eran policías, según informó la prensa argentina, y uno de ellos sacó su arma de reglamento y lanzó disparos al aire para calmar la situación. Uno de los barras robó un bolso de uno de los policías y amenazó con el arma que estaba allí guardada.
Minutos más tarde arribaron efectivos de Despliegue Intervenciones Rápidas (DIR) y la situación se controló. Detuvieron a 16 barras y 10 policías.