A mediados de enero, Suárez padeció una lesión en el menisco externo de la rodilla derecha. Esto lo obligó a someterse a una operación y la rehabilitación le demandó cerca de cuatro meses.
Tras el parón del fútbol español por la pandemia del COVID-19, el máximo goleador de la selección uruguaya tuvo la oportunidad de recuperarse y volver a jugar en la actual temporada. Algo que parecía impensado por el grado de su lesión.
Pero para que todos digan que volvió Luis Suárez, él debía hacer lo que mejor sabe: convertir goles. Y lo hizo en un juego complicado y en un escenario muy difícil para el Barcelona como es el Estadio de Balaídos, lugar donde el equipo culé no gana desde 2015.
A los 20' llegó el tan esperado gol de Suárez. Tiro libre de Lionel Messi. Enfrente tenía una tupida barrida y un jugador en cada palo del arquero. El argentino le metió un estupendo pase al salteño para que, de cabeza, ponga el 1-0.
Con este tanto el "Pistolero" cortó una racha de cinco meses sin convertir. Su último gol fue en el empate del Barcelona 2-2 ante el Espanyol que se jugó el cuatro de enero.
Suárez no se quedó quieto. A los 67' el uruguayo anotó el 2-1 para el Barcelona sobre el Celta de Vigo. La última vez que el delantero convirtió un doblete fue en la victoria del conjunto culé ante el Inter de Milán por 2-1, por la Champions League, el dos de octubre de 2019.
Lo único malo: sus goles no valieron una victoria ya que el Barcelona empató 2-2 con el Celta de Vigo y perdió la oportunidad de sumar dos puntos clave en su lucha por la Liga de España