El ex entrenador de Palmeiras, Eduardo Baptista, recordó la batalla campal entre Peñarol y Palmeiras en el Campeón del Siglo por Copa Libertadores del año 2017 y dijo "estaba todo armado".
Baptista, tres años después de aquel incidente (fue un 26 de abril), fue consultado por "Esporte Interativo" sobre lo sucedido y contó: "estaba todo armado y fue muy peligroso".
"Teníamos algunos amigos en Uruguay que nos dijeron que a los jugadores de Peñarol se les advirtió que, si no nos atacaban, los ‘barras' tomarían reprimendas más tarde. Ese era el clima para ellos", aseguró el entrenador.
El clima previo a ese partido, que ganó Palmeiras 3-2 eliminando a Peñarol de la posibilidad de avanzar a la próxima fase venía caldeado de antes, con declaraciones de Felipe Melo que calentaron el clima y que luego lo transformaron en protagonista de la batalla.
Con el pitido final se dieron los intercambios entre los jugadores que terminó en intercambio de golpes: "Felipe (tras el puñetazo a Matías Mier) salió corriendo hacia el córner, algunos lo fueron a ayudar, mientras que otros intentaban abrir la puerta de ingreso a los vestuarios para que todos pudiésemos salir de la cancha".
"Yo gritaba: ‘tienen que abrir', pero había unas 30 personas apretando la puerta desde adentro para imposibilitarlo", rememoró y dijo: "en ese interín estaban golpeándonos, pateándonos y abofeteándonos. Yo ni siquiera miré hacia atrás, solo quería abrir el acceso".
"En un momento logramos derrumbar la resistencia y nos metimos", contó Batista que dijo que junto a Felipe Melo y Róger Guedes, fueron los últimos en entrar".
"Es necesario exaltar la logística de Palmeiras, que logró llevar a un gran número de guardias de seguridad para el viaje y al estadio. Fueron excepcionales en su acciona", finalizó.