Minutos antes de dirigirse al Hospital Israelita Albert Einstein a recibir el parte médico matutino de Juan Izquierdo, Alejandro Balbi, presidente de Nacional, habló con el programa 100% deporte, de Sport 890, sobre la situación del futbolista que se desvaneció el pasado jueves durante el partido de Copa Libertadores ante San Pablo.
Sin entrar en detalles sobre la situación clínica, que es muy delicada según consta en los comunicados que emitió el club, el máximo directivo tricolor explicó la complejidad que significó el manejo de la información en las primeras horas. Antes de que la familia de Izquierdo viajara a Brasil, se manejó el término “arritmia”. Una vez que arribó, se reconoció que se trató de un “paro cardíaco”.
“Siempre pensando en la familia”
“La situación general exigía comunicar porque había mucha avidez por la información, pero no se podía perder de vista que había una familia en Montevideo con información fragmentada y hasta falsa, dentro de un dolor inconmensurable. Había que manejar la situación con mucha cautela y tacto”, expresó Balbi.
“Está en un hospital muy serio, que tiene una jefa de prensa, y acordamos manejar de común acuerdo las comunicaciones públicas, tratando siempre de decir lo que se pudiera decir y sin poner en esos comunicados determinadas cuestiones que preferíamos hablar antes con la familia. Siempre pensando en la familia, que es la que más sufre en estos momentos”, dijo.
“Están destruidos. La ley de la vida es que pasen situaciones límites los padres y no los hijos. Y hay que sumar que tiene una mujer de 23 o 24 años, una niña de dos años y un bebé que nació un día antes del partido con River en el Saroldi [el 17 de agosto], y que lo dejaron en Montevideo con suplementos. Es todo complicado, con el componente psicológico que conlleva. No alcanzan las palabras para pintar el panorama desolador que estamos viviendo”, reconoció.
Muy conmovidos los dos planteles tricolores
Tampoco es fácil la situación para el plantel de Nacional, que tenía planificado entrenar el sábado y no pudo. “Lo único que se hizo fue una reunión grupal, una charla, y largarse a llorar. No queda otra. Esto que nos está pasando es inconcebible y la trascendencia que ha tenido a nivel mundial demuestra por sí solo que es una tragedia. No recuerdo situaciones similares en América. Hay que sobrellevarlo, y es una cachetada que nos está dando la realidad con una persona joven y muy querida en el club”, añadió.
“Nuestro plantel está destruido anímicamente”, reconoció Balbi, pero dijo estar “orgulloso como presidente de tener jugadores que estuvieron a la altura de las circunstancias para contener a la familia de un compañero”. “Dentro de lo malo, hay un grupo humano espectacular”, comentó, y resaltó la actitud del capitán Diego Polenta, quien desde un primer momento viajó a Montevideo para estar cerca de la familia y ayudar a agilizar el traslado a Brasil.
También se mostró “sorprendido” por la reacción de la gente y del plantel del San Pablo, porque la situación de Izquierdo “ha pegado muy duro”. “Es reconfortante ver gente con empatía”, señaló, y comentó que todos los futbolistas del San Pablo quisieron ir al hospital a visitar a Izquierdo después de su partido del domingo ante Vitória. “Tuvimos que decirles que era imposible porque no estaban autorizadas las visitas. Quisieron estar cerca y saber cómo estaba el colega”, concluyó.