Uruguay cerró su actuación en el Sudamericano de atletismo en São Paulo con cuatro medallas, la última de ellas fue muy especial, ya que fue de oro y provino de la estupenda actuación de Valentín Soca en los 5000 metros donde con un remate arrollador se subió a lo más alto del podio.

Soca, de 21 años, llegaba con grandes antecedentes a esta prueba ya que en abril pasado batió el récord contiental sub-23 (13:30.68) en la prueba, lo que lo enmarcaba como uno de los candidatos.

Pero nada era fácil, con su ciudad Vichadero como estandarte, había debutado el viernes en los 10.000 metros, prueba que no logró completar. “Me quería cuidar para los 5.000 m” comentó aquel día, una decisión que en vista de los resultados pareció ser la acertada.

Con la presión de sus buenos tiempos del 2023 y siendo un debutante en el Sudamericano de mayores, salió a la pista a correr, aplicado a la táctica y sabiendo que en el remate “tenía un cambio más”, como confesó más tarde.

Así fue que llegó en una batalla con el brasileño Altobeli Santos da Silva, que cambió de ritmo en los últimos 200 metros finales para pasar a liderar la prueba. Pero el uruguayo apretó el paso, encendió “turbinas” y lo dejó atrás en los últimos cien metros para cruzar primero la meta. Tanto fue el cimbronazo para el local, que terminó tercero ya que en el cierre lo superó el argentino Julián Molina.

Brazos al cielo, festejo para las fotos, sonrisa en la cara y el tiempo oficial de 13:55.42 que daba por buena la victoria. El grito del puñado de celestes en las tribunas, entrenadores y compañeros de delegación en su mayoría, mostraba lo trascendente de lo conseguido.

El podio, la medalla y ante todo, el himno uruguayo que sonó por primera vez en tierras paulistas, hicieron que Soca se emocionara escuchando sus compases en un día que no olvidará nunca más.

La Universidad norteamericana California Baptiste University, donde entrena, estudia y compite, lo espera con los brazos abiertos, sabiendo que además Soca tendrá una nueva gran parada en breve, el Mundial de Budapest (19 al 27 de agosto), al cual aseguró su presencia en Brasil.

“Y eso que lo mejor aún está por venir”, se despidió de FútbolUy el atleta para fundirse en un abrazo con su entrenador, mientras la competencia bajaba telón de cierre.