Manuela Rotundo hizo historia grande para Uruguay en el Mundial sub-20 de atletismo que se está realizando en Cali, Colombia, al ganar la medalla de bronce en el lanzamiento de jabalina un hecho sin precedentes en la categoría para nuestro país.
Rotundo, de 18 años, llegó a esta final tras una etapa clasificatoria donde según ella misma: “estuve nerviosa y me costó soltarme”, además, con su récord nacional de 55,81 metros estaba séptima entre las doce participantes.
La definición por las medallas era sencilla, tres lanzamientos para todas y allí las ocho mejores tenían tres intentos más para ir por subirse al podio.
El primer objetivo era claro, quedar entre las ocho y para eso fue de menos a más, con lanzamientos de 52,96 m, 50.98 m y 53,20 m (el que le permitió seguir adelante). De esta forma quedó séptima y se aseguró tres intentos más algo que sería clave para conseguir el bronce.
En ese momento comenzó con 49,43 metros, un intento que no le gustó nada y así se lo hizo saber a su entrenador, Milton Cardozo, que desde la tribuna le dijo: “tranquila, solo necesitamos uno bueno”.
El segundo ya tuvo otra intensidad y fue de 53,77 metros, lo que le permitió avanzar a la sexta posición antes del intento final. Allí Cardozo, observó los resultados y le expresó: “estamos donde queríamos estar, a un lanzamiento de la medalla, así que a dejar al máximo en ese tiro que el podio nos espera”.
Y Rotundo, casi como un mandato, lo cumplió al pie de la letra, lanzó 55,11 metros, el mejor de todos sus intentos en la cita y se colocó tercera desplazando a la croata Veronika Sokota que finalizó con 54,47 metros.
Allí llegaron minutos de espera y nerviosismo, de aguardar que todas las rivales finalizarán sus intentos con ansiedad y cuando todo fluyó hacia una concesión histórica para el atletismo celeste, el grito de “Uruguay nomá” retumbó en la boca de los cinco uruguayos presentes en el estadio Pascual Guerrero de Cali.
Fueron momentos de emoción incontenible y alegría, con la sanducera de 18 años desfilando con la medalla de nuestro país ante el aplauso de todos los presentes, de abrazos entre lágrimas, de una sonrisa imborrable y de la obtención de una presea de bronce sin precedentes.
Así como aquel campeonato mundial obtenido por Andrés Silva en Sherbrooke (Canadá) en el 2001 o el bronce de Déborah Rodríguez en los 400 metros con vallas del 2009 en Bressanonne, Italia, pero ambos en menores (sub-18), Manuela Rotundo escribió su nombre a fuego un 2 de agosto del 2022 en la rica historia del atletismo nacional.