Athletico Paranaense despidió este viernes al lateral brasileño Pedrinho y al volante ecuatoriano Bryan García, sospechosos de estar involucrados en un esquema de apuestas de partidos en la primera división de fútbol de Brasil.
"La integridad y la ética son valores irrenunciables del Club Athletico Paranaense", indicó el elenco de la ciudad de Curitiba (sur) en un comunicado.
El 'Furacão' aseguró que no se pronunciará más sobre el caso de los dos deportistas, integrantes del plantel que obtuvo el vicecampeonato de la Copa Libertadores de 2022, "por entender que la cuestión debe ser tratada por las autoridades competentes".
"Entendemos que es deber de todos, principalmente de aquellos que practican o tienen alguna relación con el fútbol, preservar y proteger este patrimonio, combatiendo duramente toda y cualquier conducta que amenace su dignidad y credibilidad", agregó.
Pedrinho, de 20 años, y García, de 22, fueron separados desde el miércoles de las actividades de la institución, luego de que sus nombres aparecieran en conversaciones de apostadores encontradas por fiscales brasileños y divulgadas por medios locales.
Los jugadores no se han manifestado y de momento no han sido denunciados ante la justicia por su presunta participación en el esquema de manipulación, que conmociona a Brasil.
Ambos forman parte de un grupo de ocho futbolistas (uno de ellos el uruguayo Jesús Trindade) de cinco equipos del Brasileirao que fueron separados provisionalmente de sus elencos entre martes y miércoles por sospechas de apuestas de encuentros en la liga de 2022.
De ser hallados culpables por la manipulación de resultados, los deportistas se exponen a una pena de hasta seis años de prisión.
Por el mismo caso, la MLS suspendió esta semana al volante brasileño Max Alves, que juega en Colorado Rapids de Estados Unidos.
Los futbolistas habrían participado de un esquema de adulteraciones que daba numerosas ganancias a una banda criminal que apostaba en sitios en línea, y que fue descubierta por la fiscalía del estado de Goiás (centro) a partir de una investigación iniciada en noviembre pasado.
La "organización criminal" ofrecía entre 10.000 y 100.000 dólares por ser amonestados o expulsados, forzar cierto número de tiros de esquina, provocar penales o garantizar marcadores.
Las autoridades temen que la banda operara incluso fuera de Brasil, que en los últimos años ha endurecido las sanciones y aumentado las inversiones para monitorear las apuestas.
Los fiscales han acusado hasta ahora a 16 personas, entre jugadores y presuntos miembros de la red, y mencionan que se manipularon al menos 13 partidos, ocho de ellos de primera división del año pasado.
La justicia de Goiás ordenó prisión preventiva para tres de ellos: dos presuntos miembros de la banda, incluido el líder, y un supuesto financiador, según un auto conocido este viernes por la AFP.
Los tres están detenidos en el estado de Sao Paulo y deben ser trasladados a una prisión en Goiania, capital de Goiás, de acuerdo con el juez.
AFP / FútbolUy