Tras la victoria de Argentina 2-1 sobre Chile, Rodrigo De Paul habló en conferencia de prensa, pero antes de las preguntas se tomó unos minutos y contó todo lo que pasó la selección argentina al llegar a Calama, donde Uruguay jugará en la última fecha.
Lo primero que dijo el volante fue que "nosotros, como Argentina, queremos que cuando vengan a nuestro país, hacer tratar a los demás países sudamericanos, que no dejan de ser vecinos, de la mejor manera".
"Las cosas se podían haber hecho diferente", aseguró. "Nos tocó estar casi tres horas en el aeropuerto, sin dejarnos ir al baño, haciéndonos bajar todos los bolsos. Después de dos horas y media de viaje intentamos poner la mejor predisposición", detalló.
Entre sarcasmo, explicó: "Comento nada más, no digo que esté bien o mal, eso lo deberá evaluar otra gente".
Ahondó: "Llagamos al hotel y en las habitaciones hacía entre 30 y 32 grados, no andaban los aires acondicionados, tuvimos que abrir la ventana para dormir, al abrirlas, había sirenas, la gente no pudo dormir bien". Siguió: "Nos levantamos y no teníamos agua".
"Yo digo, como argentino, como jugador y representante de Argentina, que cada selección que venga a nuestro país, nosotros los tenemos que hacer sentir lo más cómodo posible y ganar, haciéndonos respetar donde vale, que es dentro del campo de juego", finalizó, para luego responder las preguntas de la prensa.