Ariel Carreño: “El Boca de Bianchi confiaba en Bianchi. El de Tabárez en sí mismo”

Ariel Carreño fue uno de los muchos jugadores surgidos en Boca Juniors a finales de la década de 1990 que, tras vivir la etapa más gloriosa en la historia del club bajo la dirección técnica de Carlos Bianchi, hizo carrera en otros clubes de menor enjundia sin repetir los logros ni el nivel.

Se fue cedido a Chacarita Juniors de joven, volvió a Boca, pasó por Nueva Chicago y San Lorenzo, retornó a filas xeneizes y después jugó en Puebla, Lanús, Tiro Federal, Thun de Suiza, San Martín de San Juan, Millonarios, Once Caldas, La Equidad y Santa Fe de Colombia, y por último en clubes del ascenso de su país como Nueva Chicago, Fénix y San Miguel.

El cordobés de 41 años hizo ocho goles en 42 partidos oficiales en Boca Juniors, donde lo dirigieron dos grandes entrenadores como Carlos Bianchi y Óscar Washington Tabárez. Sobre ellos habló esta semana en una nota con el programa Ataque Futbolero, de la FM 94.7 de Buenos Aires.

“Lo que me sorprendió fue la diferencia en el manejo del grupo. Bianchi muy al frente del grupo, de dar indicaciones, de estar al pie del cañón con todo. Bianchi manejaba. Es un líder que te dice lo que tenés que hacer y va al frente”, aseguró.

“Tabárez al revés; te llama, te explica y se pregunta cómo te sentís. Un tipazo. Tabárez era más desde lo humano, más maestro y desde adentro. Más sensible y más tranqui”, opinó, y recordó una de las primeras charlas que el maestro le dio al plantel xeneize en su retorno a comienzos de 2002, luego de que Bianchi cerrara a finales de 2001 su primer ciclo exitoso.

“Tabárez cuando llegó nos dijo: ‘Vamos a seguir como venían ustedes porque ustedes son los ganadores y no hay que cambiar nada’. Después vi un cambio en él; se dio cuenta que tenía que ser él. El equipo tuvo un bache grande en ese primer semestre. Cuando Tabárez fue Tabárez, el equipo empezó a mejorar”, expresó.

“Como técnico lo asimilo a que uno tiene que ser como es uno y no tiene que copiarle a nadie. Si bien hay cosas de los dos que podés asimilar, uno debe tratar de ser uno, porque sino el grupo se da cuenta que no sos vos, te lleva y te come crudo. Y más en Boca”, sostuvo.

“El equipo de Boca con Bianchi, tenía mucha confianza en Bianchi. El equipo de Tabárez tenía mucha confianza en sí mismo cuando Tabárez empezó a hacer el trabajo individual, como se vio en la selección uruguaya”, concluyó.