River Plate de Argentina inició obras de remodelación en su estadio, el Monumental de Núñez, y no podrá utilizarlo en sus próximos partidos. Los cambios consisten en transformar el campo de juego y bajar el nivel actual, eliminando la histórica pista de atletismo y construyendo un nuevo túnel de salida a la cancha.
Las obras, que ya se pusieron en marcha esta semana y se extenderán durante aproximadamente cinco meses, obligarán al equipo dirigido por Marcelo Gallardo a buscar otro escenario para disputar los encuentros en los que sea local.
La opción que la dirigencia planteará a la AFA y a la Conmebol es jugar en su predio de Ezeiza, el River Camp, sabiendo que tendrá que realizar algunas mejoras como luminaria LED y cabinas de transmisión, así como la construcción de un vestuario para los visitantes.
Es lo mismo que hizo el Real Madrid en el cierre de La Liga de España, cuando utilizó su estadio alternativo por tener el Santiago Bernabéu en obras, aunque con una gran diferencia; el Alfredo di Stéfano cuenta con tribunas y muchas más comodidades que la cancha donde entrena River.
Según medios argentinos, hay optimismo en el club respecto a la aprobación necesaria de las autoridades para jugar allí sus partidos, que en el caso de la Copa Libertadores serán el 30 de setiembre frente a San Pablo y el 20 de octubre ante Deportivo Binacional de Perú.
Si el River Camp no recibiera el visto bueno para albergar esos encuentros, tendrá que buscar estadio. Desde las provincias menos afectadas por el coronavirus ya invitaron al club a entrenar y jugar allí. Tal es el caso de Salta, cuyo número total de contagiados desde marzo a la fecha no llega a 300, y que registró dos decesos en una población de 1.330.000 habitantes.