La novela de Martín Cauteruccio e Independiente sigue escribiendo capítulos, pese a que sus caminos se separaron cuando el delantero uruguayo firmó con Sporting Cristal, que fue el detonante de la situación que se vive ahora.
El entrenador del Rojo, Carlos Tévez, le avisó a fines de noviembre del año pasado que no iba a ser prioridad en el equipo, pese a que tenía contrato hasta diciembre de 2024. De hecho, en su lugar llegó el paraguayo Gabriel Ávalos desde Argentinos Juniors.
Cauteruccio intimó al club a pagarle una deuda por premios y los sueldos de octubre, noviembre y diciembre. Según su versión, no recibió respuesta en las 48 horas siguientes, por lo que, basándose en el convenio colectivo de trabajo, se declaró jugador libre el 14 de diciembre.
Desde el club aseguran que el monto que el jugador reclamó fue remitido a Futbolistas Argentinos Agremiados en dos cheques, y desestiman sus argumentos. Por tal motivo, reclamarán el monto equivalente a la cláusula de rescisión de su contrato: cinco millones de dólares.