Rodrigo de Paul dialogó en extenso con TyC Sports y lanzó una frase que le valió más críticas que elogios. Sin timidez alguna, aseguró que la actual es la mejor selección argentina de todos los tiempos, más allá del “respeto” que siente por los campeones mundiales de 1978 y 1986, y otros grandes futbolistas.
Al mediocampista del Atlético de Madrid no le preguntaron específicamente si es este el mejor combinado albiceleste de la historia, pero llegó él solo a esa conclusión cuando hablaba del entrenador, Lionel Scaloni, quien a su entender, junto con el cuerpo técnico, “hizo todo desde las bases” y “generó un conjunto de cosas en el equipo”.
“A 19 jugadores les enseñó a ponerse la camiseta de la selección, con la ayuda del capitán y de los chicos de experiencia. Pero lo más importante que generó es el compañerismo, somos muy amigos adentro del predio y en la cancha. Y se generó un vínculo muy armonioso, que no es fácil cuando hay tantas figuras”, agregó.
De Paul valoró que ese vínculo entre figuras “siempre fue algo muy claro” porque todos entendieron que “lo más importante es la selección”, comprendiendo también el rol de cada uno “como pieza en ese rompecabezas”. “Creo que terminamos haciendo, que me perdonen todos, la mejor selección que tuvo nuestro país”, disparó.
Aclaró que no lo dice “desde el ego, ni mucho menos”, y reconoció que Argentina “tuvo mejores jugadores” que los actuales. “Pero, como equipo, nosotros le ganamos a todos los campeones actuales que había; al último campeón de América [Brasil en la Copa América], al último campeón de Europa [Italia en la Finalíssima] y al último campeón del mundo [Francia]”, añadió.
En el camino al título hubo un episodio llamativo antes de jugar contra Países Bajos por los cuartos de final. A pocos minutos de ese partido, se encontraron celebrando la eliminación de Brasil a manos de Croacia, pero al entrenador no le gustó. “No se quién erró el último, pero nosotros lo gritamos, diciendo ‘vamos‘ y entró el técnico recontra caliente, nos cagó a pedos mal”, narró entre risas.
“¿Qué festejan ustedes? ¡Ahora tienen que salir a ganar!”, les gritó Scaloni, y los futbolistas se disculparon. “Yo creo que eso, al fin y al cabo, despertó algo en nosotros también, fue una motivación extra”, dijo, y no descartó que Scaloni los haya retado pensando que, con ese festejo, iban a “salir relejados a jugar”.
“Para nosotros, sin desmerecer a Croacia, enfrentar a Brasil en semifinal era como adelantarse a una final. Si pasábamos, podía haber suspendidos y mentalmente podía dejar un desgaste muy grande. Entonces, cuando uno de los favoritos o el favorito queda afuera, para nosotros fue como decir ‘bueno, se desbloqueó el segundo favorito’”, concluyó.