El nombre de Edinson Cavani estuvo asociado a varios clubes en sus últimos meses como jugador del París Saint Germain, y mucho más en las semanas posteriores a la finalización de su contrato. Entre los que sonaron con más fuerza estuvo el de Boca Juniors, que tenía una ventaja respecto al resto; el lazo sentimental.

El goleador salteño de 34 años reconoció que desde niño miraba al Manteca Martínez festejar los goles colgado del tejido de La Bombonera y se imaginaba ahí. Su predilección por el equipo xeneize en el fútbol argentino llegó a oídos de Juan Román Riquelme y el hoy vicepresidente lo llamó, causando una muy buena impresión.

El goleador admitió meses más tarde que de su charla con Riquelme quedaron “algunos secretos” y no ocultó el deseo de vestirse de azul y oro en un futuro. “Sería muy lindo jugar en Boca y colgarme del alambrado. Es un gigante del mundo”, sostuvo el 6 de octubre pasado.

Hoy, a poco más de tres meses de que expire su contrato con el Manchester United, no estaría dispuesto a renovar. Según informó el diario Olé, en la misma línea de lo que ya adelantaron otros medios argentinos, su decisión de recalar en el equipo de Miguel Ángel Russo a partir de julio ya está tomada, priorizando la cercanía con su Salto natal.

El mismo medio sostiene que Cavani está dispuesto a bajar considerablemente sus aspiraciones salariales y que firmaría un contrato por tres años por el monto que cobra en uno en Inglaterra, “lo que equivale a entre cinco y seis millones de dólares”. El sueldo rompería la escala salarial xeneize, aunque sin llegar a la remuneración que percibía Carlos Tévez antes de su última renovación.