Liverpool salió en el Viera dispuesto a proponer y junto a Wanderers apostaron ambos a una presión alta sobre la salida rival con el objetivo de recuperar rápido y ofender.
De arranque Federico Martínez, el mejor negriazul, tuvo una chance con un remate que se fue muy cerca y mostró la intensidad de un partido donde ambos miraban el arco de enfrente.
La visita era un poco más, pero en la primera a fondo bohemia llegó la apertura de los de Román Cuello. Pastorini recibió en el área y cuando encaró fue bajado por Bava el árbitro pito penal. El propio delantero se encargó de rematar y poner el 1-0 local.
Los de Belvedere salieron a buscar y tuvieron una clara con un centro de Caballero que definió Ramírez desviado, no moviendo nadie el resultado con que se fue la primera etapa.
En el complemento el partido mantuvo las mismas características, donde los bohemios apostaron al chileno Bravo y su velocidad para quebrar la defensa rival, aunque quien sorprendió fue la visita.
Un balón largo que obtuvo Federico Martínez terminó en una remate espectacular del negriazul que dejó sin asunto a De Arruabarrena y empató las acciones.
Pero los locales lejos de conformarse se apoyaron en dos de sus grandes figuras para volver a comandar: Bravo e Ignacio De Arruabarrena.
El chileno, encendido y con la pólvora seca, en una acción personal que terminó en un remate excepcional puso el 2-1 en el juego, el que selló más tarde el uno de los del Prado.
Es que un penal sobre Maureen Franco le dio la gran chance del empate al "Colo" Ramírez, pero el golero adivinó y tapó para mantener el resultado incambiado.
Nada cambió de allí al final y el pitazo de Fuentes le dio un triunfo muy festejado a Wanderers que sigue subiendo en la tabla de posiciones