Sobre el minuto 95', cuando Plaza Colonia lo había perdonado en un par de ocasiones, Peñarol rescató un agónico empate para el conjunto Carbonero.
Una pobreza extrema en lo futbolístico marcó buena parte del primer tiempo disputado en el Suppici entre Plaza Colonia y Peñarol, que por supuesto, no se superaron.
El por supuesto surge de la generación de jugadas de riesgo. Casi nada sobre los arcos, es más, el arquero Guirín no tuvo que tapar ninguna pelota con destino de red.
Sí tuvo que salir a cortar balones aéreos, al igual que los zagueros, sobre todo en los primeros diez minutos de juego cuando Peñarol presionó muy bien y no dejó salir prácticamente a los patablancas.
Pero en definitiva pasaron los minutos y las intenciones del aurinegro se diluyeron, disponiendo solo de dos cabezazos forzados de Affonso más adelante, que se perdieron lejos del arco.
Plaza Colonia estuvo en la misma línea. Parándose bien en la contención en mitad de cancha pero siendo nulo en ataque. Apenas un débil remate de Baltasar Silva fue el único contacto de Guruceaga con el balón.
La escasa aparición del juego fluido, la nula participación de los arqueros y las 18 faltas cometidas, explican el enorme 0-0 de la etapa inicial.
El segundo tiempo la historia cambió, al menos en el ritmo y la emoción, más allá de que la parte técnica siguió quedando en el debe.
Se llegó con más peligro sobre las áreas, se probó de afuera y los arqueros dejaron de ser meros espectadores.
La primera clara la tuvo Plaza, en acción de Puppo por derecha, pase al medio para Waller y remate alto del zurdo ingresando dentro del área sobre los 54'.
Tres minutos más tarde el que se salvó fue el local después de una intervención de Gastón Rodríguez por derecha, que remató cruzado y forzó un despeje casi en la línea de Redín.
A los 64' apareció el gol de la forma menos esperada, a través de un error de Gastón Guruceaga, que venía siendo de los mejores del Carbonero en el Apertura. Waller remató desde fuera del área, el arquero falló en la contención y el balón pasó lentamente entre sus piernas hacia el arco.
Después del 1-0 Peñarol intentó desprolijamente llegar al empate. Un cabezazo por la pasada de Gastón Rodríguez tras centro de Mier fue lo más cercano y parecía que Plaza se quedaba con los tres puntos.
Incluso el equipo de Arias pudo liquidarlo en un par de contragolpes mal resueltos por sus delanteros. Eso fue letal, ya que Peñarol quedó con vida y lo aprovechó en el final.
En el quinto minuto de descuento un tiro libre frontal cayó en la cabeza del Cebolla Rodríguez y el volante marcó el 1-1 agónicamente. Un punto que hoy no parece servir para la definición del campeonato, pero peor es nada.