El partido comenzó con los dos intentando manejar al pelota para avanzar en bloque y de esa forma proyectarse para ofender con otra presencia.

Peñarol debutó en el torneo Apertura igualando sin goles en su visita a Fénix en el Capurro, en una tarde lluviosa donde el juego y las ideas no estuvieron presentes en cancha.

La primer fue para el local, que tuvo una contra que no pudo definir Maureen Franco al que le faltó algo de veolcidad para el remate final ante Dawson.

Los minutos fueron pasando y las ideas se diluyeron como las gotas de la lluvia que iban poblando el césped del Capurro. Un remate de media distancia de Álvarez Wallace que se fue desviado movió un poco la monotonía de un cotejo cerrado.

Los de Larriera trataban de aprovechar la velocidad de Canobbio por derecha, que todavía no podía generar demasiado, Torres estaba controlado y Álvarez Martínez no era asistido.

Olivera no podía ser manija en el equipo albivioleta y Machado pasaba desapercibido, lo que marcaba que el empate sin goles con que se fueran al descanso, fuera justo y merecido.

Nada que ver

En el complemento, Fénix apostó primero al ingreso primero de Kaike y luego de Amaral y Alfaro para tener otra cuota de creatividad en cancha, en un trámite que era dominado en ese arranque por los aurinegros, con un Ceppelini crecido y con alguna intentona que sacudió a Mejía.

Torres fue el que probó con mayor tino, pero sin poder desnivelar en el marcador, en un juego donde los minutos seguían corriendo y el resultado estaba estancado sin goles. 

Un disparo de media distancia del propio Agustín Alfaro mostró otra cara del conjunto de Carrasco, pero la falta de precisión era un factor común a ambos que combinaban malas con peores.

Larriera sobre los 70' no quiso esperar más y mandó a la cancha la última incorporación, Cristian Olivera, refrescando al equipo y en pos de conseguir los tres puntos. 

Pero las chances no aparecían para ninguno, el cero cada vez se afirmaba más en un duelo que se hizo bravo de ver sobre el cierre y que se encaminó a completar una tarde sin emociones.

La expulsión de Souza en la adición por doble amarilla en los locales, poco cambió y el duelo se fue con empate a cero, en una presentación para el olvido de ambas escuadras.