El partido comenzó con dos equipos que se prestaban la pelota y buscaron primero asentar sus líneas en cancha para luego pensar en el arco rival.
River Plate trató de ofender con velocidad por las bandas, sobretodo la izquierda, mientras que los locales apostaban al circuito de Alex Silva y Hernán Petryk.
Los dos mostraron una carencia de ideas en la creación y juego colectivo, lo que transformó el partido en un intercambio de intenciones, pero sin peso especifico en el área.
Nicola Pérez y Guruceaga pasaban inadvertidos y sin tener que esforzarse mucho en el juego, siendo lo más peligroso algún balón que cayó al área que no terminó con una buena definición.
Gorriaran era el más claro en la visita y de sus pies salió la primera con cierto riesgo a favor del darsenero sobre los 30', tras un excelente pase a Agustín Gutiérrez que enganchó y remató, pero su disparo rebotó en Quintana para irse al corner.
Pero Peñarol en su primer llegada a fondo consiguió el gol de la apertura a los 33'. Un gran pase cruzado a la derecha de Novick, fue bajado por Alex Silva, que levantó un centro que rebotó en un rival y eso descolocó a toda la defensa, apareciendo Affonso, sólo, para tocar al gol.
Un disparo de Martínez de tiro libre fue la última aproximación de los de Tiscornia que se fueron abajo al entretiempo, en un cotejo de trámite chato.
Lo igualó
En el complemento los darseneros intentaron adelantar sus líneas y buscar mayor poder ofensivo, pero seguían careciendo de ese último toque que generara real peligro en el área rival.
Peñarol apostó por el ingreso de Dibble y se transformó en un equipo de respuesta con el aditamento que cada vez que atacó, pareció estar un poco más cerca del segundo.
Una segunda amarilla que no terminó en expulsión de Ramón Arias calentó el juego, algo que se acentuó más con el gol de Mathías Saavedra a los 78'.
Una jugada rápida por izquierda terminó en una asistencia al centro con remate mordido de un jugador darsenero que en el área chica desvío Saavedra poniendo la igualadad en el juego.
Pero Saavedra duró poco más en cancha, ya que en el festejo hizo señas a la tribuna aurinegra fue denunciado por el línea, vio la segunda amarilla y la roja.
Cuando se retiraba terminó de generar polémica poniéndose sus manos en las orejas y haciendo callar al Estadio, que estaba enardecido contra el jugador.
Sobre el cierre Peñarol se lanzó con todo a buscar el triunfo y vaya si tuvo sus chances, primer con un cabezazo del Cebolla Rodríguez y luego en un mano a mano con Dibble, en ambas ocasiones ganando el duelo Nicola Pérez.
Un empate que liquidó cualquier aspiración de los aurinegros de pelear por el Apertura y que dejan al equipo ya por el camino en el primer torneo local y extremadamente complicado en lo internacional.