Peñarol logró el anhelado título de campeón del Torneo Apertura en un partido que, en parte, fue un fiel reflejo de su campaña. Sin brillar pero con los merecimientos justos, el conjunto carbonero cuidó la ventaja y terminó sufriendo, más por el resultado que por lo que hizo su rival.
Ni el impresionante marco del Centenario ni los últimos tres partidos sin ganar parecieron poner nervioso al equipo de Bengoechea, que salió a proponer con las mismas armas de siempre y una variante poco habitual: no fue titular Zalayeta.
Con Ifrán como centrodelantero, Palacios llegando al medio desde la derecha y Albarracín abierto a la izquierda, el que bajó para unir líneas fue Forlán, encargado de los primeros remates. El más claro fue a los 2’, cuando su zurdazo cruzado pasó muy cerca del arco de Carini.
Juventud amagó con la velocidad de Boselli e inquietó a los 10’ desde los pies de Puerari, quien entró al área gambeteando y definió muy débil ante la presencia de Guruceaga. Luego, apenas un disparo a distancia de Emiliano Romero exigió al meta carbonero antes del descanso.
Peñarol, sin impacientarse pese a la obligación, llegó al 1-0 a los 25’ gracias a un pase largo de Aguiar que capitalizó Palacios tras una falla del zaguero Enzo Pérez. El delantero salteño definió de primera ante la salida de Carini y la pelota se metió mansa en el arco pedrense.
Poco después estuvo a punto de aumentar Forlán luego de otro pase de Aguiar, pero su remate cruzado de zurda salió apenas desviado. Fue lo último que generó el equipo de Bengoechea en una primera mitad que, con justicia, terminó 1-0.
La segunda parte no tuvo la misma intensidad de la primera y se jugó a ritmo cansino. Los goles de Nacional ante Liverpool pusieron nervioso al público mirasol pero no al equipo, que controló el trámite sin pasar mayores zozobras hasta los 75’.
Peñarol tuvo situaciones para liquidar el pleito pero Forlán no estuvo fino en la definición, por lo que llegó a un final angustiante. Juventud se fue arriba en busca del empate y generó peligro con jugadas de pelota quieta, pero casi esporádicas. En el juego mejoró a partir del ingreso de Malaka Martínez, que le dio más fluidez.
Los aurinegros terminaron muy cerca de su área y aguantando el 1-0 con el ingreso de Marcel Novick por Ifrán. Pese a ello, sufrieron una situación muy clara en contra a los 91’, cuando Matías Alonso desvió un cabezazo entrando solo en el borde del área chica.
Montevideo Portal