Nacional se quedó con una victoria tan luchada como merecida. Si bien jugó mal en algunos pasajes, fue el equipo que siempre pensó en el arco rival y el que hizo el gasto frente a un oponente que casi no le pisó el área.
Los tricolores empezaron mejor y antes del minuto Ramírez le quemó las manos a Cristóforo. El riverense y su velocidad por izquierda a espaldas de Peña fueron el principal argumento del equipo albo.
Por ese lado precisamente Ramírez estuvo a punto de abrir el score a los 19’, cuando recibió de Sebastián Fernández en profundidad y remató de zurda rasante y desviado.
Tras esa jugada emparejó Danubio, que un rato antes reclamó con razón un penal de Rafael García sobre Jonathan dos Santos. No obstante, no remataron al arco los visitantes hasta que llegó el gol.
Lucas Olaza ejecutó con su precisión habitual un tiro libre al borde del área y abrió el score a los 43’, pese al intento de Conde. El arquero tricolor no había sido exigido hasta ese momento.
Un par de minutos después los dos se quedaron con 10 hombres. Ramírez garroneó en una suelta neutral, lo bajaron a la entrada del área y se generó un tumulto que terminó con Peña y Porras expulsados.
Luego el zurdo atacante ex Wanderers ejecutó el tiro libre afuera, reconociendo que había estado mal segundos atrás. Entre protestas a Fedorczuk terminó 0-1 un caldeado primer tiempo.
Para la segunda parte Lasarte mandó a Sebastián Rodríguez en lugar de Lozano, y a los 18’ a Rodrigo Aguirre por Sebastián Fernández. Si bien Nacional tuvo más la pelota, en ese lapso casi no generó peligro.
Recién a los 70’ cambió el partido. Ligüera sustituyó a Fucile a los 70’ y cuatro minutos después inició la jugada del 1-1. El 10 albo lanzó a Ramírez por derecha, éste desbordó y Aguirre lo empató por el medio.
Nacional siguió yendo al frente y tuvo su premio. A los 77’ un defensor danubiano despejó en la línea un disparo de Aguirre tras desborde de Ramírez, y segundos más tarde Ligüera falló un mano a mano.
Estaba al caer el 2-1 y llegó a los 82’. Ramírez, de brillante segundo tiempo, habilitó en profundidad a Silveira, que picó expreso y en vez de definir tocó al costado para Aguirre, que remató al arco vacío para dar vuelta el score y sellar su doblete.
Danubio, que se había replegado demasiado sin siquiera poder contragolpear, mostró más de lo mismo en los minutos finales; no generó nada y demostró que el gol de Olaza fue una genialidad aislada.
De hecho, estuvo más cerca del 3-1 Nacional a los 89’, cuando un nuevo pase de Ramírez dejó a Ligüera mano a mano con Cristóforo. Salió desviado el disparo del 10 tricolor, que pese a esa jugada fue clave en la remontada.
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