El partido tuvo un gran quiebre desde el arranque, ya que cuando los dos equipos apenas estaban tratando de afianzar sus líneas en cancha, llegó una inésperada jugada que le dio el gol de la apertura a los albos.
Es que a los 2' un pelotazo sin ambiciones cayó en los pies del arquero visitante, Nicola Pérez, que trató de controlar pero la pelota se le fue larga y eso lo aprovechó Kevin Ramírez que robó y se fue sólo para definir con arco vacío.
Un duro golpe para Progreso que trató de ofender sin mayores posibilidades, más allá de alguna intentona de Riquero que encontró siempre bien parado a Mejía.
Y a los 14' la cosa se puso definitivamente cuesta arriba para los de La Teja, luego que tras otra flojísima respuesta defensiva, Santiago Rodríguez maniobrara en el área y se la diera otra vez a Kevin Ramírez que volvió a festejar para el 2-0 parcial.
A todo eso se le sumó un toque de creatividad ofensiva de los locales, donde Santiago Rodríguez tiró una pared para correr y quedar solo ante Pérez y ajusticiarlo a los 21' para el 3-0 que terminó de encaminar el cotejo
Un golpe tras otro para los de Rocco, que sólo atinaron a llegar con pelotas quietas realizadas por Esteban González, a las cuales el golero panameño se encargó de conjurar en cada caso.
De allí al cierre de esa primera etapa los albos se encargaron de controlar a la espera de una respuesta rápida que les diera alguna posibilidad, pero sabiendo que el partido estaba controlado y a su gusto.
Lo liquidó
En el complemento los de Gutiérrez volverían a encontrar con facilidad los caminos al gol y para ellos aprovecharon a un inspirado Kevin Ramírez que se despachó con un tercero personal.
Un balón al vacío para su pique preciso y otra definición con clase para el 4-0 en el encuentro que tenía como única incognita saber si los tricolores ampliarían la diferencia antes del final.
De allí en adelante los locales sacaron el pie del acelerador, comenzaron a mover el balón, dejar correr los minutos e incluso con cambios cuidar jugadores pensando en el clásico.
La visita, controlada y sin ideas, no podía acercarse con peligro al área rival y trató de no sufrir nuevas caídas en un trámite donde nunca estuvo en juego.
El pitazo de Tejera le puso un manto de piedad al cierre, sellando el 4-0 de Nacional que hizo los deberes, ganó en su casa y aprontó de la mejor manera en la previa al duelo con Peñarol.