Nacional arrancó mejor. Un centro al minuto y medio de Matías Abero terminó en la cabeza de Iván Alonso, que conectó el balón. El remate se fue muy pegado al palo, y era la primera situación clara del encuentro.

Una salida rápida y dinámica desde el arco de Torgnascioli culminó con Carlos Grosmuller llevando a Polenta a marcar el gol en contra. Gonzalo Porras quedó desprotegido en la mitad de la cancha, sin sus balances de marca.

Los tricolores no controlaron el avance franjeado y el ex jugador del fútbol alemán llegó a enfrentar a Conde a los 4'.

Darío Ubriaco le dio el gol al volante danubiano, a pesar de que las muestras televisivas retratan que el gol fue en propia meta.

Nacional jugó la gran cantidad del primer tiempo en el terreno local, pero Iván Alonso no pudo disfrutar de una buena situación para poder igualar el encuentro. Los franjeados, en los pies de Nacho González y Maravilla Grosmuller, jugaban al contragolpe, arma que les dio buenos resultados.

La segunda mitad fue un calco. A pesar de los cambios de Munúa para lanzar a su equipo al ataque, Danubio logró estirar la ventaja apenas empezaron los segundos 45 minutos.

Polenta cometió una tonta falta sobre la banda izquierda, que derivó en un centro de Grosmuller. Tras un leve error de Conde, Juan Manuel Olivera pudo conectar el balón, marcar el gol y besarse el escudo.

Nacional jugó regalado después de los 25': Ignacio González, el tricolor, era quien más quería llegar al arco rival, sus compañeros sintieron esa necesidad pero dejaron el fondo expuesto a la velocidad franjeada.

Danubio pudo haber aumentado su ventaja, y liquidar el pleito.

Nacional se fue de Jardines del Hipódromo sabiendo que dejó, en ese escenario, su gran posibilidad y sueño de concretar el Apertura. Mañana Peñarol podrá dar un importante paso para coronarse.

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