Liverpool y River Plate igualaron 1-1 con dos goles en la adición y con el darsenero jugando con un hombre de menos gran parte del complemento.
El cotejo comenzó con los darseneros tratando de ofender por izquierda con Joaquín Lavega, donde aparecía muy desmarcado y presto para encarar.
El partido era parejo y luchado, con los dos tratando de asentar las defensas para luego pensar en el área rival, un logar que pisaban muy poco.
Faltas para cortar, errores en los pases y carencia de profundidad, hacían que el cero se mantuviera intacto en el escore, más allá que Luciano Rodríguez probó con un disparo a balón parado.
Una clarisima llegó sobre los 20', cuando un córner desde la derecha, más la pésima salida de Irrazábal, terminó en un tiro del propio Rodríguez que Lavega sacó en la línea.
La respuesta fue a los 26' cuando Ramiro Fernández presionó la salida rival, la pelota derivó hacia el área chica y, Faustino Barone, solo ante la desesperación de Lentinelly, reventó el travesaño.
Después de eso el camino hacia el descanso fue inexorable, con algún chipazo de creación, pero sin demasiado que destacar ante la carencia de opciones de gol. 0-0 y a reformular.
En la adición
Los dos entrenadores apostaron a variantes para el complemento, algunas rápidas y otras con el correr de los minutos en un trámite trancado, colectivamente muy pobre y aburrido de ver.
Las áreas se pisaban poco y nada, solo con alguna individualidad propia de algunos jugadores de calidad que estaban en la cancha, el mejor de todos: Luciano Rodríguez.
Sobre los 60' Ramiro Fernández le hizo una falta al campeón mundial qué, tras el llamado del VAR, se terminó pitando como un claro penal. El mencionado futbolista la quiso acomodar tanto que terminó dando en el palo y ahogando el grito de gol de los hinchas.
Facundo González, que vio la doble amarilla, dejó al darsenero con uno menos, momentos donde ya resistía la igualdad rumbo al cierre.
El equipo de Alfaro se mandó con todo a presionar con tal de conseguir el ansiado tanto que quebrara la paridad y puedo llegar con un tiro de Luciano Rodríguez primero y Diego García después.
Pero arribó en el tiempo adicionado y con una gran cuota de responsabilidad de Yonatan Irrázabal, de pésima actuación. Un centro desde la derecha sin pretensiones hacia el medio, el golero quiso atrapar el balón y se la mandó para adentro.
Festejo alocado y calentura total de Ithurralde que pensó que se le iba el partido y no contó con la llegada del empate dos minutos después. Una desatención defensiva del local, encontró absolutamente solo a Joaquín Lavega, que remató con tranquilidad ante la salida de Lentinelly y sentenció el 1-1 final.