Liverpool le ganó 3-2 a Wanderers en el Viera, una victoria justificada por la octava fecha del Apertura que terminó sufriendo más de la cuenta pero que logró sostener en la adición.
El partido comenzó con dos equipos que apostaron a mirar el arco rival y una corrida de Lucas Morales por derecha que terminó con un disparo cruzado que se fue muy cerca.
La respuesta llegó con un desborde de Herbert Vergara por izquieda, poniendo la pelota atrás para el disparo de Diego Rodríguez que sacó con el pie Silveira.
De a poco la visita se fue asentando en la cancha y tomando las riendas, gestando ocasiones potables para ilusionarse con la apertura, como un nuevo remate de González que exigió al guardameta.
El mismo futbolista de tiro libre avisó la cercanía al gol que llegó a los 39' y de forma merecida. Una buena sucesión de toques terminó con Matías Ocampo queriendo poner la pelota al medio, la misma se fue cerrando y tras la floja respuesta de Silveira, se metió en el arco para el 1-0.
Un golpazo para los locales que estaban desbordados, sin hacer pesar a Albarracín, ni Fonseca, dedicados a defenderse ante un rival que era superior. Ventaja mínima para los de la Cuchilla y al descanso.
Lo liquidó
Para el complemento Pacheco optó por mandar a la cancha a Leandro Otormín por Francisco Cerro, tratando con ello de adelantar el equipo y buscar opciones en ofensiva, pero lo cierto es que rápidamente se encontró con el segundo en contra.
Una pelota que recibió por derecha Hebert Vergara terminó en una larga corrida en la cual se metió al área y aprovechó que el golero dejó descuidado el primer palo para definir, inflar las redes y colocar el 2-0.
Por si fuera poco el mal trago del local, el tercero no demoró en hacerse realidad. Un balón cruzado encontró a Jean Pierre Rosso absolutamente solo para emitir tremendo disparo que colocó el 3-0.
Un pequeño calmante a la magra actuación fue el descuento, cuando Tabaré Viudez, lo mejor del cuadro del Prado, sacó un remate que dio en Enzo Martínez y se metió en el arco de Guruceaga para el 3-1.
Lo cierto es que de allí en adelante, más allá de algún embate del equipo del Tony, con más vergüenza deportiva que otra cosa, el duelo estaba cerrado, con los de Belvedere controlando a placer y haciendo pesar la distancia no solo en el resultado sino también en cuanto a nivel.
Otro gol en contra, ésta vez de Ignacio Rodríguez tras un tiro de Nicolás Ferreira a los 89', puso cierta emoción al cierre de un duelo, algo impensado por lo visto en cancha. Un tiro de Otormín que tapó Guruceaga fue la última antes del pitazo de Ostojich.
Triunfo 3-2 de Liverpool para sumar tres puntos y llegar a diez en el Apertura, mientras que Wanderers quedó con cinco unidades y lentamente comienza a ver con preocupación la tabla de la permanencia.