El partido comenzó a todo ritmo para la visita que en menos de tres minutos tuvo tres chances claras para abrir el tanteador ante un Wanderers absolutamente dormido en defensa a no ser por su golero.
Es que pases estupendos de Ignacio Pereira y Kevin Alanis dejaron siempre a Nicolás Machado con todo a disposición para abrir la cuenta, pero todos y cada uno de los duelos los ganó Ignacio De Arruabarrena para mantener el empate sin goles.
Los de Larriera sufrían en cancha, con poca contención en zona de volantes y totalmente desconectados con su ofensiva que no podía hilvanar jugadas para acercarse.
Por contrario, los albivioletas eran muy superiores, utilizando las bandas con velocidad y dando la sensación cada vez que aceleraba de poner en aprietos a su rival.
Los de Carrasco a esa altura merecían ponerse en ventaja e incluso llegaron a anotar con un gran centro de Carlos Fernández que definió por el centro Ignacio Pereira, pero que fue anulado por un fuera de juego que pareció no existir.
El pitazo de Burgos finalizando los primeros 45' le dio un gran respiro a los del Prado, absolutamente dominados y perdidos en cancha, consiguiendo un gran premio con la igualdad sin goles.
Los goles
En el complemento Larriera ajustó las piezas y el partido fue totalmente diferente, manteniendo los bohemios la pelota, bajando el ritmo de las acciones y llegando a la apertura por intermedio de un penal que cometió Ángel Rodríguez sobre Mathías Acuña.
Fue el propio Acuña el encargado de rematarlo con calidad a los 55' y poner el 1-0, inesperado por todo lo que había sucedido anteriormente.
Esto envalentonó a los locales que con un estupendo remate de Diego Hernández casi marcan el segundo, siendo De Amores el encargado de salvar la situación.
Pero allí apareció el mejor jugador de la cancha, Manuel Ugarte, para cortar un pase arriesgado de Gastón Bueno, avanzar con la pelota y sacar tremendo remate de media distancia, que con suspenso se metió en el arco para el 1-1.
Un golpe duro para Wanderers que lejos de reponerse sufriría otro revés a los 73' cuando el ingresado Camilo Núñez puso el 2-1 que le dio la ventaja a los de Carrasco en forma justificada.
De allí al cierre los del Prado salieron con todo en busca del empate, pero Guillermo De Amores se encargó de poner un gran candado para mantener el triunfo hasta el final, volando una y otra vez, mostrando su estupendo presente.
Quinta derrota al hilo para los bohemios que no levantan cabeza, mientras que tres puntos importantes para los albivioletas, que fueron más y merecieron festejar.