Fénix, en un partido com muchas polémicas, venció 3-0 a Wanderers en su visita al Parque Viera, lo cual le permitió salir de la última posición del torneo Apertura.
La primera ocasión peligrosa del partido fue para el local a los 3 minutos. El delantero Facundo Milán recibió un pase largo de Kevin Rolón, controló y remató, pero se le fue desviado. Luego, a las 17', respondió el visitante con un remate lejano de Agustín Ocampo desde la frontal del área tras un taco de Gonzalo Vega, pero Mauro Silveira voló y sacó la pelota por arriba del travesaño.
Sobre los 29' se dio una acción pocas veces vistas, Diego Hernández que jugaba su último partido en el Viera tras ser transferido al Botafogo de Brasil, fue expulsado tras ser denunciado por el línea tras hacer un gesto a los hinchas de Fénix presentes, supuestamente al tomarse los genitales. Yimmy Álvarez le mostró la roja y los bohemios quedaron con un menos.
De allí en adelante fueron los albivioletas los que se acercaron más sobre la valla adversaria, con pocas ideas y algún remate de media distancia que no tuvo precisión, para el 0-0 con que se fueron al descanso.
Los goles
El complemento comenzó con el ingreso de De Marco en la visita y la apuesta decidida a conseguir el gol de la apertura que no demoró en llegar. Fue a los 48' cuando Agustín Ocampo sacó tremendo zapatazo de media distancia que se metió en el ángulo y sentenció el 1-0.
Y minutos después una gran polémica en el Viera con el VAR como protagonista. Una pelota al área que fue a buscar Veglio en su área, termina en un choque con Ocampo que se deja caer y tras revisión fue pitado como penal. El propio jugador de Capurro lo ejecutó y puso el 2-0 ante la molestia generalizada de los locales.
Más tarde llegó el 3-0 que terminó bajando las cortinas. Un córner que cabeceó un jugador de Capurro lo sacó Silveira volando sobre su izquierda, pero Gonzalo Vega, más rápido que todos, aprovechó el rebote para mandarla a guardar. Primero fue anulada por un supuesto fuera de lugar, pero el VAR corrigió y subió al resultado.
Hasta el final el trámite fue un martirio para los de Sergio Blanco, desdibujados en cancha, deseando el final y salvándose una y otra vez del cuarto.