El partido comenzó con Defensor sabedor de que tenía que quedarse con el triunfo si quería mantener su chance de pelear por el Apertura, sabiendo que aún le resta un duelo clave ante los tricolores.

La primera de peligro para los de Acevedo llegó a los 14' cuando un centro de Zunino buscó a Maximiliano Gómez y terminó con una buena acción defensiva de Berbia para ahogar la apertura.

Esa jugada fue la última del delantero en cancha, que por lesión debió salir sustituido dando ingreso a Gonzalo Carneiro.

Pero la apertura no demoró en llegar y a los 19' una pelota que peleó Carneiro, derivó en Gonzalo Bueno que lanzado en velocidad fue imparable y con preciso disparo puso el 1-0 parcial.

Un resultado justo, porque Defensor era quien proponía más en cancha y con el gol conseguido ganó en tranquilidad.

De allí en más el partido fue de mayor marca y menos peligro en las áreas, compartiendo el balón, pero sin poder adelantar a los delanteros.

Los visitantes intentaron generar por parte de Robert Flores y Pablo Ceppelini pero carecieron de profundidad chocando con Correa y Lamas que ganaron una y otra vez.

El primer tiempo se cerró con la protesta generalizada de los jugadores violetas por una supuesta mano en el área que entendieron fue penal y Cunha no pitó.

Lo cerró

El complemento mostró a los de Apud mucho más decididos a adelantarse en el campo y buscar con otra decisión el campo rival.

Los violetas en tanto, querían responder con la movilidad de Carneiro que complicó a la última línea visitante.

Un remate a balón parado de Cardaccio casi aumenta las diferencias y después fue Pablo Álvarez quien tuvo la posibilidad para igualar.

Los minutos fueron pasando y las alternativas de peligro escaseaban, en un partido lento, peleado y donde la falta de ideas fue ganando a los actores.

Pero el negocio era del local, que no pasaba sofocones y cerró la obtención de tres puntos más, cumpliendo con la obligación de ganar y mas que nada le permitió seguir soñando con ganar el Apertura.

Un triunfo muy festejado, justo por lo mostrado en cancha y que mantiene a los violetas como serios pretendientes.