El partido comenzó con Wanderers llevando la iniciativa en la cancha, manejando la pelota pero careciendo una vez más de peso en el área para trasladarlo al resultado.
Diego Hernández era el más participativo en la visita y de sus pies surgía claridad en el fútbol, tratando de combinar con Mauro Méndez que tuvo un remate que controló Formento sin problemas.
Los albicelestes, bien parados en defensa, cerraban espacios y esperaban una contra para golpear a su rival, en un partido de tránsito rápido en mitad del campo y escasas llegadas de peligro.
Un tiro de Leandro Paiva sirvió para sacarle el frío a De Arruabarrena que reaccionó bien, cuando el duelo era de baja intensidad y las ideas esquivas en ambos.
La más clara de ese primer tiempo fue para el local cuando un córner enviado desde la derecha, quiso ser despejado por Bueno pero la pelota se dirigió hacia su propio arco, pero el golero, muy atento, logró despejar cuando se metía.
Los goles
El complemento comenzó con otra cara de los dirigidos por Juan Jacinto Rodríguez, ya que Emiliano Villar con mucha personalidad comenzó a quebrar líneas y descontrolar al fondo rival, lo que rápidamente le traería beneficios.
Un balón largo peinado por Maicol Cabrera, lo recibió Villar en el área que bajó y volvió a asistir a ex Racing y este con potente remate concretó el 1-0 parcial.
Un golpe para la visita que estaba incomoda con el desarrollo del trámite, pero que rápidamente lograría desactivar consiguiendo el empate.
Un centro milimétrico de Lucas Couto desde la derecha encontró a Mauro Méndez en posición de nueve y su cabezazo cruzado dejó sin asunto a Formento, asegurando el 1-1.
Esto ilusionaba con otro tipo de presentación de ambos hasta el final, pero sucedió todo lo contrario, dejaron de pisar las áreas, de ofender con criterio y los goleros volvieron a ser espectadores.
Una monotonía constante hasta el pitazo final que selló la igualdad, que más allá del punto obtenido, debe dejar muchas preocupaciones y casi todo por corregir.