Un día después de su mediación para evitar que los futbolistas fueran a la huelga, en medio de la negociación con los clubes para aprobar el nuevo estatuto del jugador, el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, dijo estar “contento” porque “el espíritu de la asamblea de la Mutual fue muy positivo” y “eso le hace bien al fútbol y a la negociación”, dado que de las dos partes “trataron el tema con mucha altura”.
En un extenso diálogo con el programa Minuto 1 de Carve deportiva, dijo ser optimista pensando en que se dé el último paso que resta para zanjar el conflicto, que es la aprobación por parte de los clubes del aumento propuesto para el salario mínimo de los planteles de la Segunda División Profesional. No llegará al 25% pretendido por los jugadores, pero se irá aumentando en etapas. El Consejo de Liga se realizará el miércoles 6 de setiembre.
“Con los documentos afinados y los cuatro o cinco temas principales encaminados, debería haber una aprobación. Porque además, el estatuto, más allá de los temas polémicos, tiene cuatro o cinco asuntos que mejoran la calidad del fútbol profesional. Hay más claridad sobre asuntos que antes no la tenían y se sacaron una cantidad de cuestiones que no tenían que ver con lo laboral. Está mejor definido el estatuto. Para las dos partes es bueno”, dijo Alonso.
El presidente de la AUF reconoció que “el tema escabroso estaba en la B, tanto para los jugadores como para los equipos, pero el estatuto tiene más de 30 artículos y rigen para todos los sectores”, por lo que la votación en el Consejo de Liga involucrará a todos los clubes profesionales de las dos categorías. “Se le sacó una cantidad de cuestiones que afectaban al fútbol amateur y podían llevar a alguna confusión”, añadió.
La AUF “derivará un apoyo para la transición” en materia de aumentos en lo que resta de 2023, 2024 y 2025. Al respecto, Alonso recordó que “ya en el estatuto anterior a la AUF se le impone poner los meses de subsidio”, lo que define como “una carga financiera importante”. La AUF subsidia para que los futbolistas cobren un mínimo y luego los clubes deben pagar.
“Este tema, que era el neurálgico, fue comprendido por la parte que impulsó el cambio. Hoy es imposible pedirles a los equipos de la B un aumento de la magnitud que se estaba pidiendo. Era, prácticamente, condenarlos a bajar la cortina, más allá de que el aumento está focalizado en un grupo de jugadores que es el 15% del profesionalismo y el 40% de la B. Tienen un salario sumergido de $ 22.000 en la mano”, añadió Alonso.
“Los clubes saben que hay un sector de jugadores muy sumergido, pero se les hace muy difícil este aumento. Para acercarlos hicimos una propuesta que a los clubes más complicados no les significara una carga. Ahí creo que está la fórmula para salir. El miércoles el consejo lo entenderá. Salvado el impacto sobre los clubes de la B, no debería haber problema en salir”, concluyó Alonso respecto a la aprobación del nuevo estatuto del jugador.