Alfonso Espino aprovechó el tiempo de ocio generado por la cuarentena obligatoria que rige en toda España ante la expansión del coronavirus y se conectó, a través de Periscope por las redes sociales del Cádiz, con los hinchas que quisieran hacerle preguntas.
Consultado por su ídolo futbolístico, no dudó al asegurar que es “Martín Cáceres”, de quien destacó “mucho su juego”, y no faltó la pregunta por la clave que hace a Uruguay un país exportador de talentos hacia las principales ligas del mundo pese a su escasa población.
“La pasión que tenemos los uruguayos por el fútbol es lo que hace que estemos por todos lados y que haya tantos futbolistas buenos. No sé si todos buenos, pero sí con esa hambre de ganar que es la característica de todos nosotros”, explicó el Pacha. Sobre ese apodo, dijo que se lo puso “un profe en Miramar Misiones porque era parecido al Pacha Barilko”.
Respecto a Cádiz, dijo estar a gusto “con la ciudad y la playa”, que “son muy lindas”, y destacó que “lo mejor es el clima porque nunca hace frío”. También está cómodo con el club, dl que ponderó “la calidad de gente que hay”.
“Creo que es un club muy lindo en ese sentido. El estadio es muy lindo y la afición muy buena también, al estilo uruguaya”, señaló, y se ruborizó ante la pregunta de sus sentimientos por el “uruguayo, uruguayo” que le dedica la hinchada cuando juega bien. “Esa sensación es hermosa. Cada vez que gritan eso se me eriza la piel y se los agradezco mucho”, dijo.
Le preguntaron si le gustaría retirarse en el Cádiz y, si bien dijo que quiere “quedarse algunos años” porque está “a gusto”, fue claro respecto a su pasado: “Tengo la ilusión de retirarme en Nacional porque es el club del que soy hincha desde chiquito”.
Recuerda sobre su llegada a España que “estaba sin equipo y esperando oportunidades”. “Rechacé alguna propuesta de Argentina y quería venir a Europa. Me enteré una semana antes y lo tomé con mucha emoción. Era raro porque iba a ser mi primera experiencia afuera de Uruguay. Al ser España sabía que iba a ser más fácil por el idioma”, rememoró.
No obstante, los primeros días no fueron sencillos en lo futbolístico. “Cuando llegué fui un desastre. Estaba falto de ritmo y la intensidad acá es mucho más alta. Yo venía sin hacer pretemporada y esos primeros seis meses fueron muy malos. Por suerte esta temporada viene siendo muy buena”, dijo el lateral izquierdo titular del equipo que lidera La Liga 2.
“El ritmo que hay en el europeo, no lo hay en el fútbol uruguayo. La Copa Libertadores es más parecida al ritmo y la intensidad que hay en la Segunda División. No sé en otros países porque sólo he jugado en Uruguay y en la Copa Libertadores, pero la intensidad en Europa es mucho más fuerte que en Uruguay”, analizó.
Respecto a un sueño a cumplir, no dudó: “Que mi nena sea muy feliz. ¿En el fútbol? Conseguir los objetivos año a año”.