El alemán Jamal Musiala, con un gol y la participación en otros dos, condujo al Bayern de Múnich a su décima Supercopa alemana en un partido que tenían controlado los de Baviera hasta que el Leipzig, con los cambios, despertó en la segunda parte y rozó la prórroga en el descuento, cuando Leroy Sané sentenció y colocó el 5-3 final.

El ganador de la Bundesliga controló el juego en la primera mitad y se exhibió en la pelota quieta, con la pizarra de Julian Nagelsmann. Avisó con la estrategia en una falta a los seis minutos a la que no llegó Pavard y que tocó con el pecho Mané sin poder rematarla.

La presión agresiva del Bayern ahogó a los de Domenico Tedesco, aunque un error de Neuer al controlar el balón fuera del área, sirvió al campeón de Copa, su primer título oficial, para respirar en su campo, el Red Bull Arena, pero Sabitizer despejó en el área el centro de Nkunku.

Ahí comenzó el recital de Musiala. El extremo de 19 años cazó a los 14 minutos un balón perdido en el área tras una mala acción defensiva de Laimer en un saque de esquina y rompió la igualdad.

Nkunku, el mejor jugador de la Bundesliga la temporada pasada, respondió de inmediato, pero su gol, después de un robo de Simakan en la medular, fue anulado por fuera de juego.

El Bayern no tuvo piedad. Superada la media hora, en otra falta en la parcela ancha, lejos del arco, Musiala colocó un pase al espacio para Gnabry y este asistió a Mané, que empujó con determinación en su debut oficial. Al borde del descanso, los de Nagelsmann, de nuevo a balón parado, en un saque de esquina en corto, Musiala, realizó una pared con Müller  y Pavard culminó.

El travesaño frustró el tanto de André Silva en el comienzo del segundo tiempo, pero poco después Olmo provocó un córner que Halstenberg rentabilizó por arriba, a centro de Nkunku, anticipándose a Pavard y batiendo a Neuer.

Con el Leipzig volcado, el Bayern exhibió velocidad en la transición en una gran jugada de Müller. Gulácsi rechazó el disparo, pero el oportunismo de Gnabry volvió a alejar a los de Múnich.

Un milimétrico fuera de juego impidió a Mané anotar con una excepcional vaselina, y el Leipzig recortó de nuevo con un penal de Pavard a Olmo sobre la línea. Nkunku lo convirtió.

A Mané le volvieron a anular otro por fuera de juego a falta de cinco minutos y, justo antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario, un gran movimiento de Dani Olmo, con un recorte y un disparo al primer palo, dio emoción a los últimos instantes.

El Leipzig metió el miedo en el cuerpo a su rival y rozó el empate en un entro de Henrichs que se paseó por delante del área pequeña de Neuer y que no encontró rematador. Sané, con una soberbia acción individual, sentenció y el Bayern comenzó el curso con título.

De esta manera, el equipo bávaro sumó su 10° Supercopa y tercera consecutiva. Le saca cuatro de diferencia al Borussia Dortmund, que suma 6 y es quien ganó la edición de 2019.