Alejandro Apud, entrenador que fue cesado en Danubio en las últimas horas, se refirió a su salida de la institución, las presiones que vivió y se refirió al presente de un club que “ya no es lo que supo ser”.
“Estoy agradecido a todo el club, el presidente [Arturo del Campo], la gente que respaldó el proceso de trabajo”, comenzó diciendo en Último al Arco (Sport 8.90 AM) y agregó: “Estamos muy tranquilos de todo el trabajo que hicimos, el tremendo esfuerzo que se llevó adelante. Tomamos el club en una situación compleja, un momento complicado e hicimos un camino muy lindo”.
“Nos adecuamos a la situación real que tiene Danubio hoy”, mencionó más tarde, para ampliar: “Fuimos muy pragmáticos, iniciamos un proceso de juveniles precioso, realizando un trabajo prolijo y ordenado. Nos vamos tranquilos, sabiendo que dimos el corazón, el alma por el club”.
Y mencionó algunos factores que influyeron en su salida: “Principalmente el contexto, donde las redes sociales, lo que los medios van generando en el ambiente, hace que se tomen decisiones sin tener en cuenta el trabajo que se estaba haciendo. Eso hizo que nos tengamos que ir. Muchas veces se toman decisiones para calmar las aguas, el ánimo de la gente, y estamos expuestos a todas esas cosas.
“Hoy las redes tienen una influencia nefasta en la sociedad, en todo. Eso influye en el pensamiento de las personas, genera un ambiente con energías negativas”, agregó, para ser clarito: “No es fácil estar en un club como Danubio, donde muchas veces se vive del pasado y se piensa que lo que fueron en un momento, hoy tienen que seguirlo siendo, cuando se perdieron muchos años en situaciones límites”.
“Se perdió pisada en los juveniles, donde otros clubes le ganaron el espacio y están remando contra una situación que es real, con muchos clubes que trabajan muy bien en ese aspecto. Es un club que Arturo [Del Campo] encontró con una deuda gigantesca, donde se buscan soluciones para sobrevivir y salir adelante”, diagnosticó.
“Lamentablemente hay un grupo de hinchas de Danubio que tienen otros intereses, de todo tipo, que hacen mucho daño y ejercían un poco de presión para que jueguen determinados jugadores. Pudo haber algún episodio de esos que incomoda, pero no me puso nervioso y pude trabajar con la cabeza limpia”, dijo y cerró: “Se genera como un ambiente de violencia y maltrato, feo, de una energía que no es buena y nos tocó salir”.