“Tenemos que sentirnos orgullosos de la copa que hicimos. Algo que empezó a comienzos de año y de a poco el equipo fue logrando cosas, ganándoles a todos. Me siento orgulloso por el equipo, por todos los momentos que me han hecho vivir los jugadores”, fueron las primeras palabras de Diego Aguirre, entrenador de Peñarol, luego de despedirse de la Libertadores con victoria 3-1 sobre Botafogo en el Estadio Centenario.
“Obviamente duele, porque queríamos estar en la final, pero debo ser justo y reconocer todas las cosas buenas que este equipo mostró. Les ganamos a todos, a los dos finalistas, a Flamengo y a Rosario Central. Fue una copa muy buena, con el sabor amargo de no estar en la final. Este es el camino y creo que Peñarol volvió a ser protagonista y a ganarse el respeto del mundo del fútbol. Tenemos que seguir así”, agregó.
La Fiera valoró el apoyo del público porque “lo vivido con el hincha es inolvidable”. “Ver tanta ilusión y tanta demostración de cariño, lo que han disfrutado los padres con los hijos en el estadio, hace mucho que no se vivía. A la gente le doy las gracias por lo que nos ha apoyado y por los momentos que vivimos juntos. Me siento feliz de haber sido parte de esta copa, que quedará en el recuerdo de muchos como una copa muy linda que vivimos juntos”, indicó.
“Feliz por ser parte de este grupo”
Siguiendo con los elogios, apuntó a sus futbolistas: “Se los he dicho: es increíble todo lo que han dado, lo que se han entregado, lo que han trabajado y lo que han puesto día a día en cada entrenamiento. Se ha conformado un grupo maravilloso del que me siento feliz por ser parte. Queríamos más, pero tengo que ser justo y reconocer lo que este grupo ha dado. Para mí es un placer estar con ellos y esperamos terminar el año de la mejor manera”.
Sobre lo que tuvo este Peñarol para llegar a semifinales de la Copa Libertadores, remarcó la “convicción” y que “creyó que era posible”. “Nos fuimos contagiando de a poco con lo que es una Copa Libertadores y todo lo que significa. Para mí es un placer estar nuevamente en Peñarol, después de mucho tiempo, y vivir un año como el que estamos viviendo”, añadió.
“Era muy difícil sobreponerse al duro golpe que recibimos en Brasil. Tuvimos unos minutos de desconcierto y lo pagamos muy caro, pero hablamos mucho esta semana de que íbamos a pelear e intentarlo todo. Pero si nos tocaba salir, iba a ser con la frente en alto y aplaudidos por la gente. Era lo que más quería y lo pudimos hacer porque hicimos un gran partido, nos entregamos y todo el estadio terminó aplaudiendo a los jugadores. Al menos pudimos irnos de esta copa con la tranquilidad de haberlo dado todo”, expresó.
“No nos sentimos eliminados hasta que pitó el juez”
Sobre la planificación para la revancha tras el 5-0 sufrido en Río de Janeiro, reconoció que “no fue demasiada”. “Fue un momento duro en el que tuvimos que asimilar la derrota y prepararnos para hacer el partido que hicimos hoy. Pasaba mucho por lo anímico y lo mental. Teníamos que creer, aunque fuera una locura y nadie se lo pudiera imaginar, y sentir que no estábamos eliminados. Había que darlo todo y no nos sentimos eliminados hasta que pitó el juez”, reconoció.
Aguirre considera que esta campaña “tiene que marcar para Peñarol un mojón y un punto de partida” de cara a los próximos años. “Tiene que servir para que siempre seamos protagonistas en la copa, que siempre peleemos y siempre nos ilusionemos, estando a la altura de un club tan grande. Que esto no sea cada muchos años, sino que se pueda hacer más seguido. Ese tiene que ser el objetivo del club”, afirmó.
El entrenador de Peñarol evitó responder cuando se le preguntó por el cambio de escenario y el resto de las situaciones que se vivieron previo al partido, más allá de que “claro que afectaron”, y tampoco quiso hablar de la expulsión de Washington Aguerre porque “son cosas que pasan”. “Prefiero no hablar de eso en este momento. Son situaciones que, como grupo, tenemos que superarlas y mirar para adelante”, concluyó.