Las presiones ejercidas sobre la Mesa Ejecutiva en los últimos días previos al clásico fueron la gota que derramó un vaso que ya estaba casi a tope. Juan Ceretta, su presidente, resolvió dar un paso al costado y presentó este lunes por escrito una renuncia de la que ya se sabía en el Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol desde el pasado sábado.
“Sentí que ya no era posible hacer un trabajo con la rigurosidad y prolijidad que me gustaría hacerlo. Cuando uno ve que hay cosas que no se pueden enderezar, y no se puede trabajar con la previsión y la prolijidad que requiere el trabajo de la Mesa, es mejor dar un paso al costado”, explicó el propio Ceretta al programa Hora 25, de Radio Oriental.
Si bien sabe que “la Mesa Ejecutiva se creó para descomprimir la presión sobre el Ejecutivo” y dice entender “las presiones en cuanto al accionar de cada delegado en la defensa de sus intereses”, considera que “a veces se le da demasiada importancia a todo el entorno y no se pone el foco en los 11 jugadores que entran a la cancha, que son quienes definen las cosas”.
“Se obvia consultar a la Mesa Ejecutiva y se plantean las cosas por otro lado”
En cuanto al clásico, para el que Peñarol pidió fuera de plazo poder colgar banderas y arrojar humo con sus colores una vez enterado de que a Nacional se le había autorizado dicha solicitud, evitó entrar en detalles y se limitó a decir que “se pueden hacer distintos pedidos y todos muy opinables, más en esta circunstancia de tener partidos sin público”.
“A veces uno siente que se trabaja como estrategia sobre el hecho consumado, que se obvia consultar a la Mesa Ejecutiva y se plantean las cuestiones por otro lado, intentando que salgan o salgan sin importar lo que la Mesa considere. En esas cosas no estoy de acuerdo”, argumentó.
“Nos había pasado en algún momento que los delegados de los clubes nos planteaban ciertas solicitudes, creo yo que con buena fe, y después cuando las cosas se concretaban no tenían nada que ver con lo que se había pedido. Se extralimitaba lo que ocurría con lo solicitado, y eso desgasta un poco y es lo que a uno lo va alejando”, explicó de forma genérica.
Los clásicos en los escritorios
En relación al peso que intentan ejercer Nacional y Peñarol, opinó que “al ser los clubes con mayor convocatoria y mayor incidencia en el público, a veces sus representantes están desbordados por las presiones que reciben”. “Eso nos marca una mayor distancia entre el proceso de selecciones uruguayas y el Campeonato Uruguayo. La filosofía de Tabárez, la de ‘el camino es la recompensa’, donde está más lejos de cumplirse es en estas cosas”, agregó.
“Existe, sobre todo entre Peñarol y Nacional, esa competencia que a mi juicio sobrevalora todo lo extrafutbolístico. A veces se magnifica quién tiene la bandera más grande o quién tira más humo como si eso fuese a cambiar un resultado deportivo”, lamentó.
Por último, valoró que Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, “no opuso ninguna objeción y respetó” su decisión, al tiempo que aclaró que no tuvo nada que ver en las renuncias de Gastón Inda y José Fernández, quienes tampoco siguen en la Mesa Ejecutiva. “No quise incidir en las decisiones de los compañeros”, señaló.
“Me voy a tomar un descanso del fútbol y aprovecharé para trabajar en otras áreas que me interesan mucho también. Ya llegará el momento para volver a dar una mano si es que me necesitan y si soy útil para eso”, concluyó.