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El primer 5 celeste en Copas del Mundo fue Obdulio Varela, el capitán del Maracanazo en 1950. El Negro Jefe, que a esa altura tenía 32 años y jugaba en Peñarol, capitaneó a la selección uruguaya en el 8-0 ante Bolivia, el 2-2 con España (marcó un gol desde 40 metros), el 3-2 a Suecia y el imborrable 2-1 de la final frente a Brasil.

Repitió el legendario capitán en Suiza 1954, ya con 36 años. Disputó todos los minutos en el 2-0 a Checoslovaquia, el 7-0 a Suecia y el 4-2 de cuartos de final frente a Inglaterra, siempre como capitán. Ante los ingleses marcó un gol y se lesionó, por lo que ya no volvió a jugar y se perdió la semifinal con Hungría (2-4) y el partido por el tercer puesto frente a Austria (1-3). Con él en cancha, Uruguay nunca perdió.

El Tito, heredero de la 5

En 1962 y 1966 le tocó la 5 a otro histórico “centrojás” y capitán de Peñarol: Néstor Goncalves. El Tito, quien hizo su debut mundialista en Chile con 26 años, jugo todos los encuentros de las dos ediciones que disputó, aunque no llevó la cinta porque la lució Horacio Troche.

El Tito completó todos los minutos en el 2-1 a Colombia y en las derrotas con Yugoslavia (3-1) y la URSS (2-1) en la fase de grupos de Chile 1962, y repitió en Inglaterra 1966, cuando estuvo en el 0-0 con los locales, el 2-1 sobre Francia, el 0-0 con México y el 0-4 a manos de Alemania Federal.

Turno del Mudo

En 1970 la 5 cambió de dueño y de club, ya que le tocó a un histórico de Nacional como Julio Montero Castillo, quien debutó en Copas del Mundo con 26 años y repitió en Alemania 1974.

El Mudo, como lo apodan, tuvo presencia perfecta en México jugando en el 2-0 a Israel, el 0-0 con Italia, el 0-1 con Suecia, el 1-0 a la URSS, el 1-3 con Brasil y el 0-1 ante Alemania Federal por el tercer puesto, y jugó mucho menos en Alemania. En 1974 lo expulsaron a los 69’ del estreno con derrota 2-0 a manos de Países Bajos y luego estuvo suspendido para el 1-1 con Bulgaria y fue suplente en el 0-3 a manos de Suecia.

Uno de Montevideo, otro de Salto y un Canario

En 1986 la camiseta 5 fue para Miguel Bossio, quien a sus 26 años defendía a Peñarol. Completó todo el partido en el debut con empate a uno frente a Alemania Federal y lo expulsaron a los 19’ del 1-6 ante Dinamarca, por lo que no estuvo a disposición en el 0-0 con Escocia. Reapareció en el 0-1 de los octavos de final con Argentina.

En Italia 1990 le tocó a José Batlle Perdomo, volante central que llegó al Mundial como jugador del Genoa y que de inmediado se marchó a préstamo al Coventry City. El Chueco, como lo apodaban, tuvo su estreno mundialista a los 25 años jugando todos los minutos posibles de la Celeste: 0-0 con España, 1-3 ante Bélgica, 1-0 sobre Corea del Sur y 0-2 a manos de Italia.

En 2002 le tocó la 5 a Pablo García, quien llegó siendo jugador del Venezia, a préstamo del Milan, y tras el Mundial de Corea y Japón recaló en Osasuna. El pandense que tenía 25 años completó la totalidad de los minutos de Uruguay, por lo que estuvo en el 1-2 ante Dinamarca (aportó la asistencia para el golazo de Darío Rodríguez), el 0-0 con Francia y el 3-3 frente a Senegal.

El Mota y el Pato

Walter Gargano lució la 5 en 2010 y 2014, aunque fue más suplente que titular. El Mota, que tenía 25 años cuando debutó en el Mundial de Sudáfrica, ingresó en los minutos finales del 3-0 sobre los locales, disputó los 90 en el 2-3 a manos de Holanda por semifinales y entró a los 77’ en la derrota 3-2 frente a Alemania. En 2014, el sanducero apenas jugó los primeros 60 minutos ante Costa Rica y no volvió a entrar.

El último número 5 uruguayo en un Mundial fue Carlos Sánchez, quien tenía 33 años en su estreno en 2018 y defendía al Monterrey de México. El Pato entró a los 58’ en el 1-0 sobre Egipto (aportó la asistencia para el gol de José María Giménez), jugó los primeros 82 en el 1-0 frente a Arabia Saudita y sustituyó a Nahitan Nández a los 81’ en el 2-1 sobre Portugal.