El pasado lunes 5 de junio, Walter Gargano disputó un partido de Tercera División con River Plate buscando sumar más minutos luego de una larga inactividad, pero fue expulsado y a raíz de que no habrá actividad de esa categoría hasta agosto, no podrá volver a jugar con el plantel principal del Darsenero hasta que cumpla la sanción de tres partidos que recibió.
En diálogo con Minuto uno de Carve Deportiva, aseguró que “es una vergüenza” porque “parece que estamos en la prehistoria que no se pueda cumplir en la fecha de Primera División, donde uno tiene contrato, y el reglamento permite que bajen algunos jugadores”.
“Fui a agarrar un poco de ritmo después de un periodo largo sin jugar y no sé que le pasó al árbitro. No me voy a hacer responsable de una cosa que realmente me da pena. Que te expulsen en una jugada totalmente aislada, porque se le ocurrió a él expulsarme, y todavía faltarme el respeto como me faltó”, explicó.
Con respecto a la situación que vivió, comentó: “El árbitro trató de provocarme, insinuando de que él era más fuerte y que mandaba. En otro periodo me hubiesen suspendido por pegar, pero ahora lo hicieron por una incoherencia del árbitro. Lo único que le dije fue que, si era tan fuerte, que yo soy un hombre y que me explicara después del partido por qué reaccionó así”.
“La suspensión es incoherente con la reglamentación que hay porque la podría cumplir en Primera, pero que no lo pueda hacer, es realmente penoso. No se puede definir de otra manera que irregular por parte de los encargados de las suspensiones”, ahondó. Tercera División volverá sobre el 18 de agosto, por lo que no podrá jugar hasta, por lo menos, setiembre.
Su futuro y Peñarol
“Estoy en el debe con la gente de River y conmigo mismo porque llegué con mucho entusiasmo, pero a veces nos preparamos para algo y el destino nos tiene preparado otra cosa. Me imagino que no estarán nada contentos conmigo y con las cosas que me han sucedido que son ajenas a mí como la enfermedad [contrajo coronavirus meses atrás] o las lesiones, pero después de cumplir la suspensión trataré de aportar mi granito de arena al club”, destacó.
Sobre su salida de Peñarol, indicó: “Estoy muy tranquilo de todas las cosas que han pasado, por algo pasan”. “Uno trata de irse de la mejor forma, pero suceden cosas que están ajenas a uno y que no las puede manejar. Trato de ser siempre respetuoso con el club del cual soy hincha. Si era lo mejor para el club, lo acepté. Me dolió, pero lo más importante es que a Peñarol le vaya bien”.
Preguntado sobre el cambio de camiseta con Luis Suárez en el clásico del Torneo Clausura, apuntó: “Tratamos de dar una imagen donde veíamos que la situación iba a quedar en la historia porque nunca nadie se había animado a cambiar una camiseta. Fue algo preparado y ya teníamos otra cosa preparada si llegábamos a la final de la Copa Uruguay [que todos los jugadores cambien las camisetas], pero fue algo que quedó como anécdota”.
“Después cada uno puede pensar lo que quiera. A muchos que estaban en el club les molestó, pero tienen que entender que esto va más allá de la camiseta. Tratamos de dar un ejemplo, pero no se tomó por ese lado”, agregó. “Si fue por eso que salí, realmente es una pena”, añadió, y destacó: “la incapacidad de ciertas personas de entender esa situación”, la cual le generó “molestia”.
“Intentaba sacar siempre lo mejor de mí y estar mejor en el día a día de los cuidados, del compartir y de la competencia interna”. “Por algo están saliendo as cosas como están saliendo y cada uno se hace responsable de lo que ha pasado en este periodo en el club”, mencionó, y fue contundente: “Si cambia la dirigencia, volvería encantado”.
Y cerró hablando de Danubio, su “primer amor”: “Soy un agradecido, me crié ahí y tuve la suerte de salir Campeón Uruguayo dos veces, pero no volvería porque la gente del club busca otro tipo de perfil de jugadores”.