El pasado 6 de setiembre quedó marcado en los anales del fútbol uruguayo como el día en el que Luis Suárez, para muchos el mejor 9 made in Uruguay de todos los tiempos, colgaba la camiseta celeste.

El match final del ariete con la casaquilla nacional fue un duro cotejo contra el combinado paraguayo, partido en el que ninguno de los dos equipos mostró demasiado y que, a lo sumo, merecerá el olvido. El plato fuerte de la velada llegó después, con una extensa y emotiva despedida, en la que no faltaron ingredientes quizá empalagosos, aunque eso es al fin y al cabo cuestión de gustos.

El cierre de la relación de Suárez podría haber sido ese homenaje en el Estadio Centenario: protocolar, cálido y hasta un poco cursi. Sin embargo, Suárez se guardaba una última carta para jugar al respecto.

En la noche del 3 de octubre, Suárez fue entrevistado en el programa De fútbol se habla así de DSports, y destapó una interna a la que jamás se había referido antes de manera pública.

Entre sus dichos, que son ya harto conocidos, acusó al entrenado Marcelo Bielsa de ser descortés y  “separar a todo el grupo”, y aseguró que había callado hasta entonces para “preservar la convivencia”. Asimismo, se refirió a situaciones puntuales en las que Bielsa habría tenido actitudes poco felices con los futbolistas Darwin Núñez y Agustín Cannobio.

Las palabras de Suárez generaron en los días posteriores un efecto dominó de declaraciones, una suerte de reacción en cadena en la que todo el “planeta fútbol” pareció estar obligado a opinar al respecto e incluso a tomar partido, ya fuera por Suárez o por Bielsa, quien se mantuvo en silencio acerca de los duros dichos de su expupilo.

La situación se hizo más tirante luego de que otros integrantes de la selección ratificaran la veracidad de lo narrado por el goleador, aunque ello no significara necesariamente que se pusieran de su lado.

Así las cosas, periodistas, entrenadores, dirigentes y todo tipo de plumíferos aportaron sus gotas de tinta a las páginas del culebrón iniciado por Suárez. Incluso Eduardo Espina, columnista de esta casa y quien rara vez escribe sobre fútbol, le dedicó al tema un texto que dio mucho de qué hablar.

La semana pasada, Montevideo Portal dedicó su encuesta hebdomadaria al espinoso tema. Y si bien las opciones estipuladas no proponían una fácil y burda dicotomía “Suárez-Bielsa” ni obligaban a adoptar falsas oposiciones, puede decirse que la mayoría de los lectores quebraron lanzas por el DT.

La pregunta formulada era: “¿Qué opina de las recientes declaraciones de Luis Suárez acerca de Marcelo Bielsa?”. A lo largo de una semana, 14.492 lectores se expresaron al respecto.

Si bien ninguna de las opciones obtuvo “mayoría absoluta”, la más votada encerraba una reconvención para el jugador: “Estuvo mal, no debió opinar sobre la Selección una vez que se retiró de ella”, rezaba, y acumuló el 27,48% de los clics.

La alternativa escogida en segundo lugar fue un llamado a la discreción o al viejo código que recuerda que “la ropa sucia se lava en casa”. “Son asuntos que se resuelven en privado”, decía el texto que recibió el 18,38% de los votos.

El tercer lugar en la encuesta fue de respaldo al Pistolero y sus palabras. “Hizo lo correcto, denunció una situación hostil que luego otros futbolistas ratificaron” obtuvo el 16,58% de las voluntades.

Luego, cerca de un punto porcentual debajo de la anterior, se situó una opción que daba el espaldarazo a Bielsa y afeaba la conducta del ariete salteño. “Hizo reclamos improcedentes, porque el DT debe dirigir al equipo, no procurar la amistad o la buena opinión de los jugadores” fue la elección del 15,15% de los votantes.

Finalmente, el 12,97% consideró que Suárez tenía derecho a desahogarse, pero —a diferencia de lo que sucede cuando tiene la pelota en los pies— le faltó puntería: “Le asiste razón, pero no eligió el momento ni la manera adecuada”.

Las opciones neutras como “no lo sé”, “no me interesa” y “otra” recibieron respectivamente las marginales cifras de 1,28%, 6,25% y 0,60%.