La primera conmemoración del golpe militar de 1976 desde que llegó al poder Néstor Kirchner tiene como resultado algunos choques con las Fuerzas Armadas.
Lejos de lo que había previsto, el Presidente se topó ayer con una fuerte resistencia en el Ejército a la política oficial de derechos humanos, que quedó en evidencia cuando cuatro generales y un coronel mayor pidieron su pase a retiro.
El 28 aniversario del golpe de Estado tendrá un especial significado para los familiares de las víctimas de la represión ilegal, ya que el jefe de Estado anunciará la creación de un Museo de la Memoria en la Escuela de Mecánica de la Armada, donde funcionó una cárcel ilegal del régimen militar.
Kirchner también concurrirá al Colegio Militar para retirar los retratos de Jorge Videla y Reynaldo Bignone, el primero y último presidente de facto del régimen, mientras los organismos de derechos humanos harán manifestaciones callejeras para recordar a las víctimas de la dictadura.
Los pedidos de pase a retiro de los generales Rodrigo Soluaga, Luis Pierri, Mauricio Fernández Funes y Raúl Gallardo, y del coronel mayor Juan Mereditz, fueron una muestra de rechazo a la decisión de Kirchner de ir al Colegio Militar.
Una de esas pinturas, un óleo con la imagen de Videla, desapareció de su lugar desde que se conoció la intención de Kirchner. Fue reemplazada ayer por otra imagen, de manera que no se impida el gesto presidencial.
Altas fuentes de la Casa Rosada advirtieron anoche que Kirchner prevé dar un duro discurso de condena a las violaciones de los derechos humanos durante el Proceso y citó a todos los generales y coroneles para que lo escuchen.