Desde Marsella
Hernán Umpierre y Fernando Diz cerraron su participación en los Juegos Olímpicos al quedar octavos en la medal race disputada este viernes en Marsella, lo que los llevó a finalizar décimos en la clasificación general. Tras la regata, dialogaron con FútbolUy y explicaron por qué salieron antes de tiempo, lo que hizo que perdieran varios puestos.
“Empezamos con el pie izquierdo. Largamos antes, tuvimos que regresar y quedamos últimos, rezagados, intentando recuperar puestos. El viento estaba muy estable, por lo que una vez que largás es difícil pasar barcos”, indicó Diz, mientras que Umpierre detalló técnicamente lo sucedido.
“Hay una línea imaginaria y vos tomás una referencia en tierra, entonces ahí alineás. La idea era largar justos para ir a ganar la regata porque no teníamos nada que perder, pero apretamos mucho en los últimos segundos y nos salimos por medio barco. Por lo general izan una bandera para que vuelvan, pero esta vez la dieron segundos tarde y nos descolocó; es como largar una carrera de 100 metros con la otra gente ya 10 metros adelante”, dijo.
Diz, además, señaló que es un “sabor amargo, pero sabiendo que podía haber dado más”. “La verdad que trabajamos muy duro y queremos llegar de la mejor manera al campeonato. Nos sentíamos de muy buena manera para estar ahí arriba, pero no tuvimos la semana más fina”, siguió.
“Una vez que hacés un buen trabajo, estás confiado en estar ahí arriba y pelear con el resto. Intentamos normalizarlo y entender que podemos hacerle frente a cualquiera”, indicó, y añadió: “Quedamos sorprendidos y agradecidos con el apoyo de la gente”.
Y Umpierre apuntó: “En general es un balance positivo por cómo planteábamos el campeonato, pero estábamos apuntando a más. Por la preparación que hicimos y las posiciones en los torneos anteriores, las expectativas eran altas. Pero son nuestros primeros Juegos, somos jóvenes y vamos a tener revancha”.
Con respecto al relacionamiento de la dupla, Umpierre dijo entre risas: “Es como un matrimonio. Dormimos en la misma habitación, nos dormimos a la misma hora, comemos juntos… nos vemos hasta en la sopa”, y ahondó: “Nos conocemos tan bien que hay cosas en el barco que salen naturales, sin comunicar nada”.