El fútbol argentino sigue jugándose pero a puertas cerradas, dada la propagación del coronavirus. La decisión de seguir fijando partidos generó enorme malestar en la mayor parte de los futbolistas por entender que ellos no son inmunes al COVID-19.

Donato Villani, médico de la Asociación del Fútbol Argentino, dijo a TyC Sports que “no hay una explicación lógica por la cual suspender el fútbol”, y argumentó que “la posibilidad de contagio es nula si se tiene todas las medidas preventivas necesarias”.

En ese sentido, manifestó que “lo más importante es que no vaya el público, y esa medida ya se tomó”. En la misma línea valoró que las acciones a tomar son “cerrar la frontera y aislar a los mayores de 60 años, como lo está haciendo el gobierno correctamente”.

En cuanto a los principales protagonistas, fue tajante: “Los jugadores quieren parar porque no cobran por productividad”. “No tienen por qué concentrar, y si lo hacen debe ser en un hotel perfectamente desinfectado”, añadió.

Según Villani, los 112 médicos que trabajan en clubes de la Superliga tienen opiniones encontradas. “Hay una gran mayoría que opina de una forma y otra gran mayoría de otra. Hay argumentos que están influenciados por jugadores y la política”, lamentó.

Los futbolistas, que a entender de Villani fueron instruidos sobre las medidas preventivas “como si fueran nenes de siete años”, están firmes en su postura de no jugar la próxima etapa. De hecho, la decisión la tomarían los principales protagonistas a través de Futbolistas Argentinos Agremiados. Su presidente, Sergio Marchi, adelantó que se respetará la decisión de los asociados, aunque no quiso adelantarla.