Mientras Wilmar Valdez asegura que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) instalará cámaras de identificación facial en el Estadio Centenario para que la policía vuelva a hacerse cargo de la seguridad de los partidos, el subsecretario del Interior, Jorge Vázquez, dijo al programa Código País que “en la anteúltima reunión que hubo, la AUF no propuso ninguna salida”.
“Yo escucho los programas deportivos y se habla de la fecha en que comenzará el fútbol, pero ¿cuáles son las medidas que se tomaron? Ninguna. En todos los campeonatos tenemos algún problema. No se soluciona con 200 o 300 policías”, indicó Vázquez, explicando que, por ejemplo, si la policía ingresa a una tribuna a reprimir en casos de incidentes, pueden generarse peligrosas avalanchas.
“Esto no pasa por poner más o menos policías, sino por ser eficientes en la gestión de los partidos de fútbol y básquetbol. En el básquetbol no tenemos problemas porque han sido muy eficientes”, indicó Vázquez, quien reiteró que el Ministerio del Interior “no va a cubrir partidos de alto riesgo”, e insistió en que “el riesgo se baja con las cámaras de identificación facial”.
“Si las cámaras se instalan en el Centenario pueden costar un millón y algo de dólares, y mientras la AUF instala cámaras el Ministerio reinstala la policía. Una vez que la AUF firme con una empresa, hasta que termine de instalar, que puede llevar tres o cuatro meses, nosotros restituimos a la policía porque apuntamos a una salida que le permita al fútbol desarrollar sus espectáculos en un clima de tranquilidad y convivencia. Hasta ahora siempre estamos caminando por el pretil”, expresó.
“Alguien debe tomar una medida. No se puede seguir con indefiniciones. El Ministerio del Interior tomó esta medida por el bien del fútbol. Le planteamos esto a Valdez y no hemos tenido ningún retorno. Hemos recibido trascendidos de prensa”, señaló Vázquez, y aclaró que está “de acuerdo con que la AUF busque otras opciones” para conseguir un sistema de cámaras más económico que el que se viene manejando, pero aclaró que “hay requisitos técnicos imprescindibles que deben cumplirse”.
Peñarol y las entradas a los hinchas: “una costumbre vieja en el fútbol” y una investigación
Vázquez denunció que Peñarol está violando “un acuerdo escrito con la AUF” que data de 2010, cuando “se estableció que las entradas de favor no corrían más”. No obstante, dijo que “se siguió dando”. “Juan Pedro Damiani me dijo, delante de otras personas, que Peñarol compra 200 entradas y las reparte entre determinadas personas porque así se asegura de no tener problemas. Eso también fracasó”, explicó.
“En algún momento se dijo que el Ministerio del Interior pedía que las barras bravas participaran de la seguridad de los clubes, pero eso no es cierto. Lo que sí se pidió, y está acordado desde 2010, es que todos los cuadros debían tener un referente de seguridad; nos referimos a una persona que genere respeto o un equipo de seguridad identificado y registrado en el Ministerio del Interior que ante un problema en la tribuna pueda contenerlo antes del ingreso de la policía, porque cuando entra la policía se generan inconvenientes mayores”, argumentó.
“En la última reunión que tuvimos en la AUF, los cuadros recién estaban terminando de nombrar los referentes. El único cuadro que se registró con su empresa de seguridad fue Nacional. Peñarol nos hizo llegar un listado de personas que iban a colaborar de la seguridad y al poco tiempo hubo que dar de baja a algunos de ellos porque fueron detenidos o fallecieron”, narró.
Siguiendo con los carboneros, aseguró que el Ministerio del Interior recibió “información de que se repartían entradas de favor”, y mostró una foto que “demuestra que hay grupos de entradas dirigidas a grupos concretos”. “De esto hay una investigación en curso. Por el número de las entradas podemos identificar dónde se vendieron, a quién y en qué momento. Eso está en vías de investigación”, confirmó.
También se está investigando la avalancha del último domingo en el Campeón del Siglo, que según Vázquez se dio porque dos personas que estaban trabajando en la seguridad “tenían como cometido comprar 50 entradas para repartir y compró 30, por lo que se generó el problema cuando les reclamaron las 20 que faltaban”. “Se habían contratado dos empresas; una para cubrir la seguridad adentro y otra para cubrir afuera. La de afuera está registrada en el Ministerio del Interior pero no tiene funcionarios anotados”, explicó.