El pasado mes de junio, la directiva de Nacional tomó la decisión de prescindir de los servicios de Álvaro Recoba como director técnico tras la dura derrota sufrida a manos de Cerro por 3-0. Pese a ese mal resultado, el Tricolor seguía —y sigue— a tiro de Peñarol en la Tabla Anual y está en octavos de final de la Copa Libertadores.

Este jueves volvió a hablar tras su salida y se refirió a la reacción de su hijo: “Jeremía tomó mal mi salida. Le caló, sí, lo notaba con mucha amargura y tristeza porque cuando empecé a dirigir él estuvo conmigo, estaba en Cuarta División y lo subí a Tercera porque sabía que a él precisaba apretarle un poquito las riendas porque condiciones tenía, y en el fútbol se precisa más que condiciones. Con el cuerpo técnico lo podíamos mejorar, y así pasó. Y ahí él hizo un cambio muy grande que hasta hoy sigue mejorando. Habíamos hecho un camino juntos. Ahora está un poco mejor”.

“Nos saca un resultado recontra adverso e inmerecido porque no sé si hubo otro partido en el fútbol uruguayo en el que haya tantas ocasiones tan claras como las que tuvimos. Me tocó salir en un momento en el que yo no quería, pero son las reglas del fútbol”, destacó en Fuera de juego de radio Carve Deportiva el Chino, que aseguró que fue el resultado que más le dolió en su etapa como DT.

“Yo sentía que podía estar a la altura de dirigir al primer equipo y asumí ese riesgo que no salió bien por el resultado final, que no fue de todo un año. Estadísticamente, el único mal número fue haber salido segundo en el Apertura; el resto eran buenos”, comentó, y añadió: “Mi objetivo era dirigir Nacional lo más que pudiera. Me sentí cómodo en el lugar que estuve, hicimos las cosas de la mejor manera que pudimos y fuimos muy honestos”.

Con respecto a la temporada y los resultados, mencionó: “En octubre nadie sabía que había un Mundial de clubes, y en enero sí decíamos que había que clasificar porque estaba esa opción. Ya en febrero estábamos a 12 puntos y en marzo a nueve. ¿Por qué? Porque habíamos pasado dos fases previas. Llegamos a ese partido con Libertad con esa presión de ganar e increíblemente empezó el partido, íbamos ganando y en cinco o 10 minutos el equipo tuvo dos desatenciones, nos hicieron dos goles, fuimos hacia delante y no logramos empatarlo”.

“Ahí ya se sumó la derrota con Fénix después de empatarlo con River Plate [por Copa Libertadores], perdimos 4-1 y el partido con Cerro es increíble porque perdimos justamente 3-0, erramos no sé cuántos goles abajo del arco y era un partido que te podía sacar, pero el mérito de estar hoy y seguir con esa posibilidad de pasar a Olimpia lo lograron los muchachos con las dos fases, el grupo y clasificar una fecha antes. Me hubiera encantado ir a jugar a Libertad con un equipo alternativo, pero nos habíamos autoimpuesto que era una chance linda para pasar a Olimpia, que no quiere decir que eso garantice ir al Mundial de Clubes; semana a semana fue creciendo esa ilusión”, ahondó.

Contó lo que les dijo a los jugadores en el entretiempo del 4-1 ante Fénix: “Les dije: ‘Muchachos, tengo que sacar a los 11 y me tengo que ir yo’, pero lo dije sabiendo que no era así la situación; nos hicieron cuatro goles en 25 minutos y llegaron cuatro veces. Dudé de hacer cambios porque iba a ser injusto con otros siete. Eso es una mala noche, no tiene punto de comparación con lo de Cerro”.

Críticas y más

Sobre su equipo, indicó: “Hubo partidos buenos. Ahora con más tiempo, veo que cometimos algún error. No creo que hubiese hecho diferente a lo que lo hice, tal vez con algún cuidado mayor”. Y al ser preguntado por si le gustaba verlo, explicó: “A veces si y a veces no, fue bastante parejo. Hubo muchos partidos de sufrimiento hasta el final, pero estaba convencido de que el equipo iba a crear. Hubo de todo”.

“Yo consideraba que la rotación era lo mejor porque veía sus rendimientos día a día. Es imposible que no cambie con viajes largo de por medio. No llegué a tener una semana completa de trabajo con el plantel por la doble actividad”, destacó con respecto al tiempo de trabajo que tuvo durante este año y las constantes modificaciones del once.

Sobre las críticas, apuntó: “Es un año electoral, hay intereses por un lado y por otro, puede haber intereses de que se critiquen las medias, los colores de los zapatos, las canchas de entrenamiento; es un año complicado. Íbamos a la mitad del año y prácticamente cuando yo me voy daba la sensación de que habíamos perdido todo, pero habíamos perdido cuatro partidos en todo el año. Se creó porque capaz yo no salí a comentar o salía a comentar y decía lo que pensaba, que no gustaba. Capaz hay veces que para el afuera no hay que ser tan auténtico, pero sí como fui con mis jugadores; hay veces que las cosas que uno piensa, aunque sean las correctas, no las tenés que decir”. “Todo me llega. Me dio la sensación de que todo lo que hacía tenía un ‘pero’, de la prensa, de todos. Se ensañaron, en algún momento fue exagerada. Pero por algo estoy afuera”, amplió.

Y cerró hablando de por qué los juveniles jugaron poco con él: “Subí a algunos de los muchachos y después no vi lo que veía en Tercera. Por ejemplo, Gonzalo Petit hizo el gol el otro día y ya lo ponemos en un sitial en el que va a competir con Ruben Bentancourt, con [Federico] Santander, con [Christian] Ebere, pero todavía no va a competir porque no le da. Sí le da para estar en el plantel como estaba con nosotros. Él estaba en la sub-20, entonces de lunes a jueves no lo teníamos, pero eso a la gente no le importa: le importa que entró e hizo el gol”.